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Mito de las almas gemelas


Enviado por   •  1 de Mayo de 2018  •  Ensayo  •  887 Palabras (4 Páginas)  •  684 Visitas

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  1. Mito de las almas gemelas

Para algunas culturas, encontrar la pareja ideal no es cosa de elección ni mucho menos de suerte. En la mitología judía se dice que, si encuentras tu otra mitad, la pareja crece y hace valiosos aportes al mundo. El sabio griego Platón creía que los seres humanos se dividían en dos personas al nacer, hombre y mujer, y que pasaban la vida buscándose para complementarse. Los chinos y los japoneses creían que el abuelo de la Luna visitaba a los recién nacidos y les ataba un hilo rojo en el meñique a las almas gemelas. El hilo, pues, podía enredarse o tensarse, pero mantendría unidas por siempre a las dos almas que estaban atadas por los extremos.

Este mito sobre el alma gemela tiene varias versiones en las distintas culturas que lo comparten. Un ejemplo extraído de la sabiduría china es la historia de Wu Wei, quien vivía en la ciudad de Du Lin, China. Sus padres murieron cuando aún era pequeño, así que decidió casarse lo más pronto posible, pero todas sus propuestas de matrimonio eran rechazadas.

Durante un viaje al distrito Qing He llegó hasta la pequeña ciudad de Song. La noche era calurosa, por lo que salió a cenar bajo la luz de la luna. En la mesa de al lado comía otro viajero, quien muy amistoso se sentó con Wu Wei buscando entablar conversación. El viajero le habló de una bella doncella, hija de Pan Fang, un funcionario del Gobierno distrital. Al ver el interés del joven, le aseguró que podía arreglarle un encuentro con la familia a la mañana siguiente frente al templo Long Xing.

Ante la posibilidad de encontrar a su pareja ideal, el joven se pasó la noche entera dando vueltas en su cama y a la mañana siguiente acudió al lugar muy temprano, tanto que la luna todavía se veía en el cielo cuando él llego al templo. En los escalones de este había un anciano que, sentado sobre un bolso rojo, leía un extraño libro. Como sabía que faltaba bastante para el encuentro, Wu Wei le echó un vistazo al libro del anciano. El joven hablaba varios idiomas, pero aquel texto no pertenecía a ninguno que él conociera.

—¿Qué tipo de libro está leyendo? He estudiado muchas lenguas, incluso el sánscrito, pero debo confesar que nunca había visto un texto como ese. ¿De qué trata? —preguntó Wu Wei.

El anciano sonrió y dijo:

—Este no es un libro escrito por seres humanos. Proviene del mundo invisible. Tú no podrías leerlo.

—¿Y qué hace aquí alguien del mundo invisible? —preguntó el joven.

El anciano contestó:

—Eres tú quien ha llegado demasiado temprano y no debería estar aquí. Los administradores del mundo yin o mundo subterráneo deben cuidar los asuntos del mundo yang o mundo humano.

—Y usted, ¿de qué es responsable? —preguntó el joven.

—De los matrimonios de los humanos —aseguró el anciano.

Wu Wei se exaltó y dijo:

—Mis padres murieron cuando yo era pequeño. Por eso quiero casarme pronto: quiero asegurar mi descendencia y la perpetuación de mi familia. Sin embargo, todas las propuestas de matrimonio que he hecho hasta ahora han sido rechazadas. No obstante, alguien me habló de la hija de Pan Fang. ¿Usted cree que ella se casará conmigo? —agregó el joven después de una pausa.

—No, ella no será tu esposa. La mujer con la que te casarás se encuentra cerca de aquí.

Wu Wei necesitaba saber más.

—¿Quién es mi esposa? ¿Dónde vive?

El anciano contestó:

—Tu futura esposa vive al norte del hotel donde te hospedas.

—¿Puedo verla? —preguntó Wu Wei.

El anciano cerró el libro, recogió el bolso y guio al joven hasta el mercado. Al llegar allí vieron a una anciana tuerta que sostenía a una niña de unos tres años. Ambas lucían muy sucias y feas. El anciano las señaló y dijo: “Esa es tu esposa”. Y al instante desapareció.

Lleno de cólera, Wu Wei tomó una piedra y la lanzó a la anciana, pero esta impactó en la frente de la pequeña, quien cayó al suelo.

Quince años pasaron después de aquel incidente. Durante estos, Wu Wei empezó a trabajar para un funcionario de defensa llamado Wang Tai. El hombre le tomó cariño y, como sabía que era un buen muchacho y que además estaba soltero, le ofreció a su hija en matrimonio.

La boda se realizó. La joven era muy bella, pero siempre ocultaba su frente con adornos que colocaba en su cabello. Wu Wei notó que trataba de ocultar una cicatriz. Así que decidió preguntarle cómo se la había hecho.

—En realidad, soy la sobrina de Wang Tai, no su hija. Mi padre era el jefe de otro condado, pero murió en una batalla. Mi madre y mi hermano murieron después, cuando yo era una bebé. La única propiedad de la familia que quedó después de eso fue una casa al sur de la ciudad de Song. Viví allí con mi niñera. Luego de la tragedia, ella sintió lástima por mí y me cuidó. Sobrevivíamos vendiendo verduras. Una vez, cuando tenía tres años, estábamos muy temprano en el mercado, cuando de pronto un loco me lanzó una piedra y me hirió. Un tiempo después, mi tío me adoptó como su hija y me mudé a esta ciudad —contestó la muchacha.

Wu Wei supo de inmediato que su esposa era su alma gemela y la amó y respetó mucho a partir de ese día. [pic 1]

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