Monja, Casada; Viuda Y mártir
Enviado por Loremi • 9 de Junio de 2014 • 2.766 Palabras (12 Páginas) • 449 Visitas
Esta novela está divida en cuatro libros, donde el autor nos da una imagen acerca de México en los años de 1615, nos habla de los amores prohibidos y desdichados de Doña Beatriz y Don Fernando, y los de Doña Blanca y Don Cesar; así como la maldad de Doña Luisa y los tormentos de la Inquisición.
La historia comienza en una noche de lluvia en la Ciudad de México, cuando Doña Beatriz de Rivera manda a llamar a Don Fernando de Quesada, para informarle que su hermano Don Alonso de Rivera, la había comprometido con el mejor amigo de él, Don Pedro de Mejía, pero ella no aceptaba dicho compromiso, ya que estaba enamorada de Don Fernando, y jamás lo traicionaría de semejante manera, porque prefería convertirse en monja, que en esposa de Don Pedro que era un hombre ambicioso y sucio.
Don Fernando al escuchar estas palabras le promete a Doña Beatriz que nunca dejaría y la amaría por siempre, ayudándola a cumplir con la promesa de fundar el Convento de las Carmelitas Descalzas, promesa hecha a su tío Don Juan Luís de Rivera, aun cuando su hermano se opusiera, siendo esta causa el motivo del odio de Don Alonso hacia Don Fernando.
Este logra la construcción del convento, contando con la ayuda del Arzobispo, y haciendo más grande el odio de Don Alonso, pues estaría perdiendo una de sus propiedades más valiosas.
Don Alonso y Don Pedro, planean vengarse de Don Fernando, el objetivo era matarlo, pero no se percatan que Doña Blanca, escuchaba detrás de la puerta del salón; y sin pensarlo, sale de la casa para avisarle a su madrina Doña Beatriz el malvado plan de ambos amigos.
Al enterarse de lo que planeaban, Doña Beatriz manda a su fiel esclavo Teodoro a avisarle a Don Fernando, para que estuviera prevenido, pero éste no lo encuentra, y le avisa al mejor amigo de aquel a Martín alias “Garatuza”, quien le indica que Don Fernando estaría en el arzobispado, y ambos salen a ayudarlo; el plan falla, gracias a la valiosa ayuda de Teodoro.
Debido a esto los malvados amigos se asombran de la suerte que tuvo Don Fernando y deciden planear otro plan pero esta vez con la ayuda de “La Sarmiento”, una bruja que según predecía el futuro.
Desafortunadamente con la ayuda de la bruja y su ayudante el Ahuizote, el plan se lleva a cabo con éxito y Don Fernando es asesinado por su mejor amigo Martín, ya que le hacen creer a este que su mujer lo engañaba con un hombre, que la visitaba todas las noches. Martín, cegado por los celos, mata a su amigo, sin saber que era él, cuando Martín descubre la verdad siente coraje y se esconde en casa de la Sarmiento.
Doña Beatriz, sumamente triste y desconsolada por lo ocurrido, decide encerrarse en el convento de Las Carmelitas Descalzas. Pero Teodoro, preocupado por la tristeza de su señora, le promete buscar al asesino de su amado y descubrir la verdad de lo sucedido.
Teodoro le finge lealtad al hermano de Doña Beatriz, para poder así descubrir al asesino, descubriendo lo que había sido de su primer y antiguo amor, Doña Luisa, esclava de su patrón Don José de Alabide, quien por cual de ella y de su enemigo Don Manuel de la Sosa, había sido encarcelado por la Inquisición, acusado de herejía.
Doña Luisa y Don Manuel se habían casado, pero vivían en un matrimonio sin amor, ya que ella solo deseaba ser rica y poderosa.
Al encontrarse Teodoro con Luisa, esta lo lleva a casa de la Sarmiento, indicándole que ella le daba asilo al asesino de Don Fernando, al llegar a la casa, se encuentra con la sorpresa de que el asesino era el Martín alias “Garatuza”, y este al enterarse de que había matado a su amigo se siente confundido. Teodoro le explica que lo sucedido fue una trampa de Don Alonso y Don Pedro con ayuda de la Sarmiento y su ayudante.
A Luisa no le convenía dejar con vida a Teodoro y a Garatuza, por lo que ella y la Sarmiento los dejan encerrados en las cuevas donde Martín se encontraba escondido y los intentan matar asfixiándolos con azufre; pero la fuerza enorme de Teodoro logra derrumbar la puerta y salir los dos juntos.
Sin importarle lo sucedido, Luisa le pide una poción a la Sarmiento para acabar definitivamente con su esposo, ya que las pócimas anteriores habían dado resultado, y Don Manuel solo dormía y comía, y así muerto ella se quedaría con toda la fortuna de él.
Luisa era una persona frívola y con mucha maldad, entre sus amantes se encontraban Don Pedro de Mejía y Don Carlos de Arellano, este último descubre todo las intenciones que ésta tenia de casarse con Don Pedro. Pero a ambos los tenía locos de amor.
Luisa y Don Pedro, llevaban una relación secreta, llena de pasión y ambiciones, por lo que ella para quedarse con toda la fortuna de él y no compartir nada con Doña Blanca, hermana de Don Pedro, lo convence de que presiones a su hermana para que tomara el hábito, o de otra forma al cumplir Blanca los veinte años o al casarse heredaría la mitad de los bienes de la familia; a Don Pedro no le convenía, y se dedica a darle malos tratos a su hermana, sin dejarla salir de la casa ni recibir visitas.
Sin embargo un día la deja salir para que llevara un donativo al Templo de Jesús María, e igual platicar con Sor Juana Inés de la Cruz, y ella la encaminara hacia el camino de Dios así como convencerla de convertirse en monja; sin embargo en ese templo, Doña Blanca conocer al amor de su vida Don César de Villaclara, quien acude al templo para encontrarse con la mujer que el Ahuizote le había dicho que estaba perdidamente enamorada de él; pero al llegar con la que se encuentra es con Blanca, y al verla queda enamorado de ella, pensando que era la mujer que el Ahuizote le había dicho; Luisa al enterarse de lo sucedido, siente celos y rabia de Doña Blanca, acusándola con su hermano de que tenía amores con un hombre, algo que no le convenía para sus negocios. Don Pedro le cuenta a Don Alonso lo sucedido, pero Don Pedro no sospechaba que su amigo igual estaba enamorado de su hermana y que pretendía casarse con ella.
Doña Blanca todos los días acudía al templo, para ver de lejos a su amado, quien igual iba con el fin de solo ver a la hermosa mujer que lo había enamorado; Luisa cegada por los celos, le arma un escándalo a Don Cesar, diciéndole lo poco hombre que era al faltar a su palabra de amor prometida en una noche oscura en los balcones de su casa, pero éste no entendía lo que sucedía, comprendiendo que todo era un confusión, Doña Blanca se entera de los amoríos de Luisa y César, cayendo en una fuerte depresión, aceptando irse al convento y servir a Dios.
Don César por orden del Virrey, es desterrado por ocho años del país, al tener un enfrentamiento con Don Alonso y herirlo en el combate.
Doña Blanca toma el hábito de novicia a dos días del matrimonio de su hermano con Luisa; ella había
...