Monologo De Un Guerrillero
Enviado por byronmontenegro • 11 de Septiembre de 2014 • 421 Palabras (2 Páginas) • 532 Visitas
Abro mis ojos instintivamente pues ya son las 4 am, la madrugada es gélida y congela todo mi ser, me levanto de manera intempestiva y no queda tan siquiera un tiempo para recordar lo que soñaba pues hoy el trabajo abunda hay muchas trincheras que levantar y tantas fosas por cavar, tomo mi ak-47 que hoy se encuentra un poco más helada de lo normal será que es presagio de la muerte esa que tanto he esquivado y tal vez hoy me encontró; si es así moriré más que feliz defendiendo mi revolución, mis creencias y convicciones moriré sonriendo, si caigo a la defensa de mi líder, de mi grupo revolucionario y de mi pueblo; si ese mismo pueblo que hoy me llama su enemigo ese mismo que hoy no sabe de mi lucha por la soberanía, la democracia, la justicia social y la paz para la patria.
Salgo de mi cambuche desmesuradamente y solo me queda tiempo para tomar esa vieja y des tintada fotografía en la que están mis padres y mi hermanas, y al ver sus ojos no veo nada más que tristeza esa que es causada por la desigualdad de un país que vive adoctrinado por el capitalismo extranjero.
Saludo a mis camaradas y emprendemos la vigilia de todos los días, a la espera del susurro no advertido en la densidad del pantano, escucho sus pasos, escucho el cargar de sus fusiles, siento como ellos escuchan los nuestros, varias miradas se cruzan entre la maleza, sabemos que luchamos por la causa y ellos luchan por su falso heroísmo y en el momento menos esperado ellos gritan fuego y de sus fusiles silban los proyectiles que acechan al corazón de la revolución, no tengo dudas no tengo miedo, respondemos al fuego con nuestros oxidados fusiles hacemos frente a sus armas a sus soldados a sus estrategias, hacemos frente a un estado mentiroso y a un pueblo engañado. En medio de los gritos, la adrenalina, la incesable lluvia de balas y las esquirlas escucho la voz de mi madre todo se vuelve oscuro ella me toma de la mano, siento su calidez después me sonríe diciendo que todo estará bien por otro lado escucho la voz mi camarada gritando ¡hirieron al mono! Y la de mi terrateniente emprendiendo la huida solo se escucha el palmar de las botas con el fango el golpeteo de los cuerpos con los matorrales y después todo es silencio todo esta callado todo está en paz.
Solo escucho mi grito victorioso de revolución.
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