MÉTODO DE ENSEÑANZA DE LECTO-ESCRITURA
Enviado por m0_0a • 2 de Diciembre de 2012 • 1.959 Palabras (8 Páginas) • 468 Visitas
1.- Introducción y Justificación:
En este trabajo pretendo estudiar el método de enseñanza de la lecto-escritura que se utiliza en la clase en que realicé las prácticas de 2º de Educación Especial.
El curso en el que estuve es 2º de Educación Infantil, es decir la media de edad de los alumnos era de 4 años.
Me ha parecido interesante estudiar el método de una manera colectiva, ya que aunque el curso era bastante heterogéneo, se puede decir que se utilizaba un sólo método para todos y no había cambios excesivamente importantes en el mismo, para los distintos alumnos.
No obstante, los alumnos no seguían un ritmo único. Por el contrario había un alto nivel de individualización a la hora de la consecución de los objetivos, lo cual me parece muy positivo teniendo en cuenta que se trata de niños de Educación Infantil y que la individualización y la atención a la diversidad son especialmente importantes en estos cursos, si es posible darla mayor relevancia en algún curso.
2.- Descripción del método y forma de trabajarlo:
Se utilizaba un método globalizado. Los conocimientos no se mostraban al alumno disgregados en partes que él debía unir en su mente sino todo lo contrario. Se presentaba siempre la realidad como un conjunto que se puede analizar y comprender poco a poco.
La editorial en la que principalmente se basaba era Anaya; concretamente el método globalizado de “Bum Bum”. Los libros que se centraban de una manera más concreta en la lectoescritura eran:
“Proyecto siete colores”
“Letras y más letras”.
Aprendo a leer (1).
Cuaderno de escritura.
Libros de cada letra aprendida (vocales y consonantes).
Aunque se basaba en la editorial Anaya, también me parecen de gran importancia el material que fabricaban entre las tres profesoras de 2º de Educación Infantil. Estoy hablando del cuaderno de escritura.
Este último quizás sea la parte del método más mecánica y la que menos globalización implica. Sin embargo no por esto tiene menos valor. De hecho me parece indispensable que el alumno trabaje la técnica de la escritura de manera aislada en ciertos momentos.
Lo primero que se hacía todos los días era escribir la fecha en la pizarra y buscar en ella la letra que se está trabajando (si la hubiera).
Cuando había que explicar una letra nueva, se dibujaba una cuadrícula en la pizarra. En ella se escribía la letra utilizando el espacio establecido que los alumnos seguirían después en sus cuadernos. Después se explicaba más detalladamente el trazo de la letra a la vez que la profesora la hacía. El trazo se comentaba de manera atractiva al alumno.
Luego se trabajaba la ficha de escritura de la letra en cuestión. Ésta solía requerir comenzar repasando letra sobre un trazo ya dibujado para luego hacerla a partir de un punto. Ésta ficha solía llevar imágenes de cosas que incluyeran la letra que se vaya a trabajar.
La lectura se solía trabajar de manera explícita en determinadas ocasiones, aunque se aprovechaba cualquier ocasión para que alguno de los niños leyera.
A veces se utilizaba la pizarra para leer de manera conjunta y/ o siendo la profesora la que dictaminaba qué niño debía leer. Otras veces se leía del libro de lectura y otras era la ficha de Anaya la que requería la lectura. En estos dos últimos se jugaba mucho con la relación entre la palabra y el dibujo de su significado.
Los cuadernos de escritura que fabricaban las profesoras constaban de las diversas letras que se iban trabajando. En la parte superior se plasmaban las letras en un trazo de puntos que sólo requería ser repasado y según se va bajando de fila se iba reduciendo el apoyo, de manera que al final el niño realice la letra a partir de un punto dado.
Otro punto que se trabajaba era el del silabeo. Se presentaba de manera que el niño aprendía a diferenciar entre palabras cortas (1 sílaba) y palabras largas (3 o más sílabas). No se utilizaba el concepto de sílaba sino que se reconocía la longitud de las palabras por el número de palmadas que podían darse al nombrarla siguiendo el ritmo. Es decir plátano sería una palabra larga porque tiene tres palmadas (tres sílabas) y sol corta porque sólo tiene una palmada.
La corrección de la escritura se hacía de manera individual ya que cuando un alumno terminaba la lección debía enseñársela a la profesora en su mesa. De esta manera podía observar el trabajo de cada uno y borrar aquello que creía que se podía mejorar en el momento. También había cabida a la autoevaluación porque los niños también se acercaban a la mesa de la “profe” cuando pensaban que les había salido mal alguna letra, para que se les borrara. El hecho de que no borraran por ellos mismos se explica por este objetivo.
3.- Validez del método actual:
Los resultados del método en general me parecen positivos.
Al comenzar a trabajar una letra, había alumnos que ya conocían la letra por haberla visto de forma menos detenida anteriormente o al menos les resultaba familia por haberla visto escrita en numerosas ocasiones.
Cuando se terminaba de trabajar una letra (aproximadamente durante unas dos semanas) los niños eran capaces de leer y escribir dicha letra, además de reconocerla en cualquier texto y de forma aislada.
Es cierto que no todos alcanzaban los objetivos en el mismo grado. Mientras que algunos los conseguían de una manera realmente óptima, había algunos que denotaban bastantes carencias.
Sin embargo creo que todos alcanzaban, sino el máximo, al menos lo más cercano posible a éste en relación a sus capacidades.
4.- Evaluación del método:
Como ya he dicho, el método y la forma de aplicarlo me parece de gran validez ya que se alcanzaban los objetivos.
Me parece positivo el hecho de utilizar un método globalizado ya que creo que es la forma adecuada
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