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MÉXICO: REVOLUCION Y RECONSTRUCCIÓN DE LOS AÑOS VEINTE


Enviado por   •  10 de Abril de 2014  •  3.119 Palabras (13 Páginas)  •  319 Visitas

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MÉXICO: REVOLUCION Y RECONSTRUCCIÓN DE LOS AÑOS VEINTE

Jean Meyer

La Revolución mexicana fue iniciada y dirigida en su mayor parte por las clases medias y altas del Porfiriato. Se produjeron varias revoluciones dentro de la revolución, ya que los grupos eran heterogéneos, con objetivos muy distintos y contradictorios. El movimiento sonorenses (carrancista) fueron los que triunfaron para 1920, caracterizándolo el pragmatismo a ultranza y la lucha violenta por la supervivencia. Los sonorenses se veían a sí mismos como californianos en México, querían hacer de México otra California. Pero su concepción de nación era muy diferente a lo que era la realidad. Las zonas del centro y sur de México era la mayoría de la población la que pertenecía a un mundo que los sonorenses no podían comprender y hasta condenaban. No consideraban a los campesinos como humanos en el sentido de la palabra. La violencia, tanto del enfrentamiento Estado-Iglesia como de la insurrección campesina (guerra cristera 1926-29) estaba ligada a estas profundas diferencias entre administradores y pueblo.

Entre 1920 y 1930 nace un México capitalista, por lo que en este periodo los conflictos con compañías petroleras extranjeras y la Iglesia, las negociaciones con organizaciones laborales fueron más significativos que las insurrecciones militares. El cambio que se produjo fue más económico que político, incluso institucional y administrativo. La principal innovación política importante fue la creación del PNR (Partido Nacional Revolucionario) 1929.

El Estado pretendía ocuparse de todas las deficiencias económicas, culturales y políticas de la nación, y la administración federal constituía la columna vertebral de la nación. Pero el Estado permaneció estructuralmente débil, ya que estaba obligado a contar con el beneplácito de los hombres fuertes regionales. Surgió una nueva forma de despotismo ilustrado en el que la clase dominante mexicana creía que el Estado sabía lo que se debía hacer y necesitaba plenos poderes para poder llevar a cabo su misión, por esto los mexicanos estaban obligados a obedecer. El Estado se proponía presidir sobre la unión armoniosa de los intereses convergentes. Para un país en vías de modernización también se necesita de una política moderna, por eso Calles definía que la construcción del Estado era condición necesaria para la creación de una nación.

Durante la presidencia de Álvaro Obregón (1920-1924) los problemas más importantes eran políticos: las relaciones con los Estados Unidos, restablecimiento de la autoridad federal sobre un regionalismo reforzado por crisis revolucionaria, y la cuestión de la sucesión presidencial. Bajo la presidencia de Plutarco Elías Calles (1924-1928) y durante el Maximato (1928-1934) las consideraciones políticas dejaron de tener prioridad, cediendo el puesto a las cuestiones económicas y sociales, tales como el programa económico general, tema del petróleo y la guerra de los cristeros, así como el impacto de la crisis mundial.

Hacia 1923 se dio una insurrección militar, pero la paz fue restaurada en pocas semanas. Durante 1920-1924 al gobierno le preocupaban dos cosas: evitar la intervención estadounidense, deseando conseguir el tan deseado reconocimiento diplomático, y reanudación de los pagos de la deuda exterior a fin de recobrar el crédito internacional. La aparición de la crisis en México (1926) causó el estancamiento de todas las actividades económicas.

Presidencia de Obregón, 1920-1924.

Álvaro Obregón tenía 40 años cuando llegó al poder el 1 de dic de 1920, era hijo de un acaudalado granjero de Sonora y se había curtido en la lucha contra naturaleza, indios y veterano de guerras revolucionarias. Vencedor de Pancho Villa. No le preocupaban las consideraciones doctrinales, aunque durante su presidencia se estableció una ideología: el nacionalismo revolucionario. Sus principales objetivos fueron la unidad y reconstrucción nacionales y gobernó la nación como si se tratara de un gran negocio. El auge económico de México a principios de esa década lo favoreció, así como la subida del precio de petróleo y la gran producción de México respecto a la producción mundial (1/4). Era un revolucionario victorioso, político de a caballo que quería recurrir a las armas en caso necesario. Las organizaciones laborales se vincularon al Estado con Obregón en agosto de 1919, con el pacto entre la CROM y Obregón, y constituyeron la base social del nuevo sistema.

El segundo pilar más importante del nuevo régimen eran los agraristas. El nacionalismo era el común denominador de este sistema triangular –ejército, sindicatos de trabajadores y agraristas-. El presidente controlaba el sistema por un complejo sistema en el cual acudía a los sindicatos y milicias rurales en busca de ayuda para oponerse al ejército y recurría al ejército para acabar huelgas u oponerse a milicias rurales.

Enriquecimiento de líderes sindicales y políticos. Ni Obregón ni sus sucesores permitieron la existencia de ningún partido político que pudiese cuestionar la legitimidad del régimen. La Iglesia católica fue la sustituta de la oposición, lo que llevó a la confrontación de 1926-1929.

La principal preocupación de Obregón fue la obtención del reconocimiento de su gobierno por los Estados Unidos, quien exigía el reconocimiento de que México asumiera la deuda contraída durante el régimen de Díaz, que no aplicara el art. 27 para las compañías extranjeras (nacionalización de suelos y subsuelos), y que indemnizara a aquellos estadounidenses. La reconciliación se dio hasta 1923.

El gobierno se componía por el “Triángulo de Sonora”, grupo compuesto por Obregón, Adolfo de la Huerta (Hacienda) y por Calles (Gobernación). En 1923, Obregón declaró que su sucesor sería Calles, hasta entonces impopular pero con el apoyo de la CROM y los agraristas. Los que no estaban de acuerdo, se las ingeniaron para alejar a De la Huerta de Obsteregón y de Calles, con el fin de convertirlo en su candidato. Obregón se dirigió a Estados Unidos con el fin de obtener su apoyo en la crisis. Los acuerdos de Bucareli (agosto 1923) sellaron la reconciliación mexicano-estadounidense, a condición de que México hiciera importantes concesiones (como precaución, mataron a Villa). Para obtener el apoyo de EUA, se necesitaba la ratificación por parte del Senado, Obregón compró y aterrorizó a algunos senadores con este fin. Gracias al apoyo de Estados Unidos, se logró la sumisión total de un ejército que todavía no era profesional. La crisis de sucesión a la presidencia de 1923 y 1924, reveló el papel decisivo que EU juega en los asuntos mexicanos y acabó con los restos de liberalismo político existentes en México.

Calles ganó las elecciones

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