"Nada" - Carmen Laforet
Enviado por floreta11 • 30 de Diciembre de 2012 • 3.752 Palabras (16 Páginas) • 1.124 Visitas
Resumen por capítulos
Primera parte
Capítulo I Andrea es una joven estudiante que, al acabar su bachillerato viaja a Barcelona para estudiar en la universidad. Allí se instala en la triste casa de la calle Aribau de unos familiares demasiado raros para su gusto. Aún así se queda y pasa la noche en un incómodo sofá-cama.
Capítulo II Después de una larga noche Andrea se despierta y recuerda su niñez en aquella casa, junto a sus abuelos y los cambios que ésta ha experimentado después de la guerra. Habla también con su tía Angustias, quién le `aconseja' no hacerse muy amiga de su otra tía, Gloria. A media mañana, presencia una pelea entre Román, Gloria y Juan que le deja atónita y más aun comprobando la actitud pasiva del resto de habitantes de la casa.
Capítulo III Andrea, después de un tiempo, conoce más a los personajes. Su tia Angustias la obliga a portarse como una señorita, cosa que Andrea detesta; Juan y su esposa Gloria son buena gente para ella, él es artista y ella una madre soñadora; su tío Román, aunque a veces le resulte demasiado duro, otras es todo un artista. Vive en la buhardilla, la cual ha arreglado para hacerla más confortable. Andrea sube allí a menudo para escapar de la tensión de la parte baja de la casa fumandose un cigarrillo a cuenta de Román.
Capítulo IV Volviendo a casa de la Universidad, Andrea se da cuenta de que ha perdido los días, de que no ha hecho nada interesante más que oir discusiones y tonterías. Al llegar al piso de la calle Aribau, Andrea se sienta a oir la lluvia. Es entonces cuando la abuela y Gloria empiezan a hablarle. Gloria, pese a las interrupciones de la abuela, le explica su historia. Conoció a Juan en Tarragona, en la guerra. En seguida se enamoraron y contrageron matrimonio. Juan le presentó a Román y ordenó a éste que se la llevara a su casa pues Gloria estaba en estado. Lo hizo a cambio de dinero y otras cosas.
En la casa, Gloria lo pasó bastante mal, pasaba mucha hambre y había mucha miseria y egoismo. Un día de bombardeos dió a luz en una clínica. Juan vino a verla y se abrazó a ella pidiendole disculpas.
Al acabar su relato, Gloria se percató de que Andrea tenía fiebre. Estuvo así mucho tiempo, durante el cual imaginó cosas estrañas, tales como un romance entre Román y Gloria.
Capítulo V Una vez pasadas las fiebres, su tía Angustias le advirtió que no debía psear por Barcelona sola. Puso bastante incapié en que tampoco visitara el barrio chino.
En su vuelta a la Universidad, Andrea hizo amigos. Entre ellos destacaron Pons; un joven al que el menor comentario puede hacer daño, y Ena; una chica que conectó muy bien con Andrea y que le pidió que le presentara a su tío Román al que admiraba cuando tocaba el violín. Al regresar a casa, comprobó que Román había salido algun tiempo sin decir nada a nadie de dónde iba o cuándo volvería.
Los días pasaron sin él y, a su llegada, después de una discusión con Angustias, le explicó a su sobrina que había estado en los Pirineos, en Puigcerdá. El violinista vino tan encantado del viaje y tan admirado por la belleza de aquellos parajes naturales que Andrea decidió no contarle nada acerca de su fama como violinista.
Capítulo VI Se acercaba la Navidad y , antes de las vacaciones, Andrea pensó en hacer un regalo a Ena por su generosidad a la hora de invitarla. Al ver que no tenía que ofrecerle, le regaló el manto, regalo de la abuela el día de la primera comunión de Andrea. El detalle hizo mucha ilusión a Ena y Andrea también se alegró.
El día de Nochebuena, Angustias no dejó que Andrea le acompañara a la misa del gallo. Al día siguiente, al volver de misa, la joven se encontró envuelta en una discusión: Angustias acusaba (por consejo de Román) a Gloria de haber robado y vendido el manto de Andrea. Y ésta y Juan se defendían ante los ataques. Finalmente, la chica dice la verdad, verdad que duele a la abuela y acaba con un golpe de puño de Juan a su hermana.
Después de comer, Angustias advierte a la niña que pronto abandonará el hogar y le pide que reclame el pañuelo. Andrea se niega rotundamente a hacerlo.
Capítulo VII Aun de vacaciones, Angustias abandonó la casa sin decir a nadie cuál iba a ser su destino. Más tarde llegó su jefe preguntando por ella (su jefe se había refugiado en esa casa durante la guerra) pero la abuela no quiso darle ninguna respuesta.
Andrea, al ver que quedaba una habitación vacía, se instaló en el dormitorio de Angustias. La primera noche, la presencia de Román la asustó y días más tarde fue a hablar con él. Román la asustó diciéndole que era él el que tenía el control sobre la actuación de todos los personajes de la casa.
Capítulo VIII Pasadas las vacaciones, llegó, a media noche, la tía Angustias y sorprendió en la calle a Gloria. El escándalo en la casa de la calle Aribau no tardó en producirse, pues en la discusión se metieron también la abuela y Juan. Fue una noche de gritos, gemidos y llantos pero, finalmente, Andrea se durmió.
A la mañana siguiente, la criada la despertó por orden de Angustias. La joven fue a su habitación y ésta le avisó de su próximo ingreso en una comunidad religiosa. Expresó también la decepción que le había provocado el comportamiento de Andrea y le recomendó que cuando ella partiera se administrara bien su pensión, siendo justa y generosa.
Al salir de la habitación, Andrea topó con Gloria que le enseñó las marcas que empezaban a salir en supiel fruto de la violencia de la noche anterior. Había sido su marido, Juan, quien le pegó hasta la saciedad cuando todos `dormían'.
Capítulo IX Todas las amigas de Angustias visitaron los días antes de su partida la casa para despedirse. Los comentarios eran los esperados:
<<-...Señor, Señor, lo que ha cambiado tu casa.>> (pág. 99)
<<-¡Lo que han cambiado los tiempos!>> (pág. 99)
Todos fueron a la estación a despedirle. Todos excepto Román. En el andén Juan `explotó' y empezó a chillarle, recriminándole el no haber tenido valor para emprender una relación con Jerónimo Sanz.
Segunda parte
Capítulo X El mes de febrero había llegado y Andrea, al salir de una improvisada fiesta en casa de Ena, decidió pasear sola por Barcelona en medio de la noche
Pronto llegó a la Catedral que admiró asombrada. Fue allí donde se encontró a un chico, Gerardo, que había conocido en la fiesta. Él le acompañó hasta casa y, al despedirse, le facilitó su número de teléfono.
Al entrar en su nueva habitación comprobó que sus familiares ya la habían llenado de muebles viejos y, enfadada, prefirió recordar la cena que tuvo en casa de Ena, con su familia. En dicha cena surgió
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