¡Nathaly Quiere Que Trabajes En Su Granja!

Para todos los que le conocían lo llamaban Pepe “El Golondrina” primeramente por su semblante delgado y vestidos negros. En segundo lugar porque escales, árboles y todo lo que tuviera cierta altura eran simples trampolines para que el pudiera alcanzar las estrellas, él muchacho había nacido con una obsesión que sea dormido o despierto volaba lo cual era una gran proeza ante los ojos de su amiguitos.

Un día en busca de nuevos horizontes el muchacho encontró un puente que fue el retomas más grande que se puso iba día tras día tratando de encontrar valor para brincar.

Después de varios días de intentarlo encontró la fuerza pero mientras avanzaba las tablas viejas de puente causaban un estruendo y hubo un momento en el cual se fue abajo y la Golondrina voló y voló como en sus mejores sueños. El puente solo fue un vínculos un arco iris que lo acercaría al cielo después de unos minutos todo volvió a su sitio y el frágil cuerpo cayo en la arena, su cajón de lustrabotas fue el único testigo de su Azaña.

LA COMPRESION INFERNENCIAL

Eran un muchacho soñador el cual nunca perdió la ilusión de que lo que anhelaba se fuera hacer realidad.

Siempre iba en busca de nuevas aventuras

A Pepe Golondrina le gustaba mucho el día porque podía pasar de salto en salto en conquista de nuevos rumbos y consiguiendo nuevas metas.

Nunca se puso límite alguno cuando quería alcanzar algo.

El valor y la entereza que tuvo para no dejarse vencer por más obstáculo que se le presentara.

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