La Granja
Enviado por sandraphernandez • 27 de Julio de 2011 • 702 Palabras (3 Páginas) • 792 Visitas
"La Güelta al Pueblo" : El Indio Romulo
Las experiencias del Indio en la ciudad, "La Güelta al pueblo" :
Dios se lo pague a la Virgen Chiquinquireña
que ya juimos y goltiamos.
Y ahora pongan toiticos las orejas,
que les quero espipitiar tuesto que treigo aquí metío en la mollera
entualito como si lo trujera escribío en un papel.
Lo que son las ganas de conocer a Gogotá;
no jué sino que nos montáramos en ese jeroz jerrocorriendo,
ques un animal grandorrotote, y negro como un carbón
que camina puencima de unos bejucos de jierro hecha jumo
por debajo de los sobacos que el mesmo que lo manija
es el mesmo que lo pitea.
Entualitamente llegamos al camellón de la sabana,
lo primeriticamente que divisamos jue un par de mamarrachos;
que taban el uno junto al otro que ni que un par de enamoraos,
y mi amo Jajustino me notijicó y me dijo,
quesque era ña Chavita y ño Colón.
Ña Chavita taba con un maná e papeles en la mano
y ño Colón haciendo así con el dedo,
como diciendo correte a jartar chicha a las cruces.
Y diay cojimos puay arriba, diay llegamos honde ño Vitorino, y diay
onde mano Juan de Dios quesque es el abogado de toitos los enjermos.
Luego goltiamos por la calle de a rial y cuando yo menos me percaté,
jue porque nos colamos en la plaza de la costipación,
y allí topamos a mi amo Simón Golívar,
parao sobre una parranda de cajones, y mirando pal capítulo,
ques onde se jabrican las leyes pa jodelo a uno.
Y diay por supuestamente nos colamos a la catedral,
y allí topamos a mi amo Señor toito cundío de ceras blancas
que nian paqué es decir la comparencencia.
Luego cogimos por la calle dia rial ques la mesma sétima
y en la esquina de lotava hay donde mi amo Agustín,
topamos una maná de señores vestidos de generales, que taban
soplando puentre unos candeleros grandorrototes y jetones;
al único que pude distinguir, jue a mano Chichamoco
que taba dándole al bombo que ni qué ni qué.
Luego cogimos por la calle dia ocho y de repentón jue que me topé
jrente a un edijicio delgadito y largo como una tuza; y mi amo
Jajustino me notificó y me dijo quesquera el Sorbatorio estrambótico,
allí onde quesque se miran las estrabagaciones
del cielo en las horas matutinas de la noche.
En estas mi amo Jajustíno, me invitó que juéramos
altiatro de ño Colón y q´eso quedaba frente
a la casa de amo Presidente, ay mesmo mercó dos boletas,
una de cuneta y otra de orqueta y cuando yo menos me percato...
ay Virgen Santísima.., es que se cayen las paredes
de abajo parriba, y entualito salieron unos
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