Neoliberalismo
Enviado por QSTUTTY • 15 de Febrero de 2014 • 2.155 Palabras (9 Páginas) • 218 Visitas
Avance económico disparejo en las regiones del país. El producto por habitante en Casanare es 12 veces el de Vaupés.
Detrás del crecimiento de la producción económica de todo el país, de 5,9 por ciento el año pasado, y de 4,8 por ciento en el segundo trimestre de este año, que se consideran buenos frente a la debilidad mundial, se esconden grandes disparidades entre las diferentes regiones.
Mientras el Meta, principal productor de petróleo, creció el triple que todo el país, Arauca, también petrolero pero con yacimientos en declive, muestra una dura caída digna de una recesión.
Entre tanto, mucho más de la mitad de la producción económica (59,8 por ciento) se concentra en cinco regiones, Bogotá, Antioquia, Valle, Santander y Meta, mientras 28 regiones solo reúnen el 40,2 por ciento de la producción.
El producto interno bruto del Meta creció 19,7 por ciento en el 2011, según reveló ayer el Dane, mientras Casanare, segundo mayor productor de petróleo, avanzó 15,1 por ciento.
En contraste, Arauca, que en su momento fue el mayor productor del hidrocarburo, y Córdoba, con su abundante y reconocida riqueza de ferroníquel, presentaron caídas en el PIB, de 4,1 y 1,3 por ciento.
La divulgación ayer por el Dane del comportamiento del producto departamental fue destacada por el director de la entidad, Jorge Bustamante, como una herramienta clave para los gobernadores y alcaldes en sus trabajos de planeación y el diseño de los programas de desarrollo.
Incluso, el acelerado crecimiento del PIB de explotación de minas y canteras, que fue 14,3 por ciento el año pasado, y de los departamentos productores llevó al directivo a afirmar que “sí hay una locomotora minera”, sumándose a igual expresión del viceministro de Minas, Henry Medina, quien agregó que ella avanza, aunque no con la velocidad ideal; esto en contraposición a lo dicho por el director de la Cámara de Asomineros de la Andi, Eduardo Chaparro, a EL TIEMPO, de que no hay tal locomotora.
Más allá de ese debate que pueda coger vuelo, lo que evidencian las cifras es que hay unos departamentos cuyo PIB está ‘disparado’ y otros que están francamente rezagados: Vichada y Quindío no alcanzaron ni siquiera 1 por ciento, mientras que Guainía, Amazonas, Sucre, Tolima y Vaupés registraron crecimientos entre 1,4 y 2,6 por ciento.
Por eso, la nueva forma como se distribuyen las regalías que comienza a implementarse es un poderoso instrumento en manos de los mandatarios de las regiones que no tienen estos recursos naturales para equilibrar y mejorar su crecimiento.
El crecimiento por departamentos, al igual que por sectores debe ser balanceado, observa Mauricio Hernández, economista del departamento de investigaciones económicas del BBVA, porque cuando ese crecimiento es desigual es menos sustentable y menos sostenible en el tiempo.
Al respecto, el director del Departamento Nacional de Planeación Mauricio Santa María dijo que para el Gobierno una de las medidas que a juzgar por los primeros resultados ha sido de las más exitosas para conseguir la equidad social y promover la competitividad, es el nuevo sistema general de regalías.
“Si no hubiéramos hecho la reforma al sistema de regalías, estaríamos viendo que el 80 por ciento de los recursos de inversión de la vigencia 2012 se concentraría en nueve departamentos, es decir, solo el 17 por ciento de la población.
Ahora, todos los departamentos tienen recursos para inversión, producto de las regalías”, señaló el funcionario.
A pesar de los altos incrementos del producto en algunos departamentos, su proporción en el PIB nacional es muy pobre. En los cinco primeros lugares de crecimiento, a excepción del Meta, en los otros cuatro departamentos la máxima participación es 2,2 por ciento (ver infografía).
Bogotá mantiene el liderazgo histórico en la producción de bienes y servicios, con 24,5 por ciento de participación en el PIB, igual a la de la sumatoria de 25 departamentos, casi el doble de la de Antioquia y algo más de dos veces de la del Valle.
EL NEOLIBERALISMO, CARACTERÍSTICAS Y EFECTOS
Caracterización del neoliberalismo
El neoliberalismo se impuso primero en Estados Unidos y en Reino Unido (aunque se experimentó previamente en el Chile de Pinochet), y su aplicación es muy distinta entre los países del mundo. No obstante, el patrón es el mismo y los efectos más similares que diferentes. Esa es la razón por la cual analizar el neoliberalismo estadounidense es especialmente útil, por ser la forma canónica del proyecto, para comprender esta nueva configuración. Para D. Kotz (2008), el neoliberalismo estadounidense tiene una serie de nueve características principales.
1. La desregulación del comercio y las finanzas, tanto en su nivel nacional como internacional.
2. La privatización de muchos servicios otrora brindados por el Estado.
3. La cesión por parte del Estado de su compromiso de regular activamente las condiciones macroeconómicas, especialmente en lo referente al empleo.
4. Brusca reducción en el gasto social.
5. Reducción de los impuestos aplicados a las empresas y familias.
6. Ataques desde el gobierno y las empresas a los sindicatos, desplazando el poder a favor del capital y debilitando la capacidad de negociación de los trabajadores.
7. Proliferación de los trabajos temporales sobre los trabajos fijos.
8. Competición desenfrenada entre las grandes empresas, en relación a un entorno menos agresivo propio de la configuración de posguerra.
9. Introducción de principios de mercado dentro de las grandes empresas, particularmente en lo referente a las remuneraciones de los trabajadores de más poder.
Y es la combinación de estas características la que da lugar a una serie de efectos que el propio D. Kotz (2008) enumera también: creciente desigualdad, incremento de la importancia del sector financiero y sucesión de grandes burbujas de activos.
La creciente desigualdad
La creciente desigualdad es resultado de varios desarrollos. Por una parte, de la desregulación de sectores como el transporte y la comunicación y los consecuentes descensos salariales que allí tuvieron lugar. Por otra parte, la desregulación internacional de los flujos de capital acentuó la competencia entre países y presionó los salarios a la baja. La transferencia de trabajos desde el sector público hacia el sector privado también presionó los salarios a la baja en muchos casos. El cambio de objetivos de política monetaria (concentrándose en la inflación más que en el pleno empleo), y la naturalización del desempleo, condujo a una mayor tasa de parados y a lo que Marx denominó “ejército industrial de reserva”,
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