Niveles De Lengua Española

.- Nivel Fonológico

Cuando hablamos del nivel fonológico nos situamos en el plano de la pronunciación, de la lengua oral. La realización de cualquier acto de habla en una situación comunicativa oral se manifiesta en una secuencia de sonidos proferidos por los hablantes. La competencia lingüística que ellos poseen les permite atribuir un significado a esa secuencia de sonidos. El hablante y el oyente comparten un mismo código lingüístico para verbalizar un mensaje, utilizando una serie de opciones o posibilidades que la lengua les ofrece para construir la información que desean transmitir.

Producción del sonido. La producción de los sonidos es un fenómeno muy complejo, no sólo de carácter fisiológico, sino también físico y psicológico. Desde el punto de vista fisiológico, intervienen en la producción del sonido órganos de los sistemas respiratorio, fonador y articulatorio, como son: los pulmones, las cuerdas vocales que se encuentran en la laringe, las mandíbulas, los labios, los dientes, los alvéolos, la lengua y la cavidad nasal.

En la producción del sonido, el aire espirado (materia prima del sonido) sale de los pulmones, obligado por la presión del diafragma. La columna de aire pasa a través de la tráquea a la laringe en donde se encuentran las cuerdas vocales y de allí a la cavidad bucal, en la que se producen las más importantes modificaciones de las ondas sonoras. El sonido así producido atraviesa el aire hasta llegar a impresionar el tímpano del que escucha.

El sonido es pues, un fenómeno físico que percibimos a través del oído. Pero no interpretamos todos los sonidos en la misma forma. Algunos no pasan de ser ruidos, estridencias, sin mayor relevancia para quien los escucha. Otros ayudan a establecer y diferenciar significados. Estos son comunes a los hablantes de una misma lengua y son reconocidos por ellos como tales.

Estos elementos fónicos, diferenciadores de significados que constituyen los significantes de los signos lingüísticos, reciben el nombre de fonema.

Los sonidos propios de una lengua y sus realizaciones, constituye el nivel fonológico de esa lengua. El número de fonemas varía mucho de una lengua a otra. Así en castellano, su número oscila entre 22 y 24, según la región en donde se hable. Algunas lenguas tienen más fonemas que el español y en otras su número es menor. La palabra lana está formada por una serie de cuatro fonemas, ya que el mayor número de unidades en que puede ser dividida es /l/ /a/ /n/ /a/. Ningún fonema tiene significado y no puede ser dividido en unidades más pequeñas.

2.- Nivel Morfosintáctico

La forma y variaciones que presentan las palabras, o sea, su morfología y sus interrelaciones en el discurso, es decir, su comportamiento sintáctico, constituyen el nivel de la morfosintaxis, constituyen el nivel de la morfosintaxis. La morfología y la sintaxis son aspectos estrechamente unidos, interdependientes, de tal modo que no pueden separarse. Las lenguas presentan muchas diferencias en su morfología, y lo mismo en lo que respecta a su sintaxis.

El peso de la morfología o de la sintaxis varía según el tipo de lengua. El latín y el griego antiguo son lenguas en que se da una gran riqueza de variaciones en las palabras. El español, como heredero de ellas, posee unas cuantas. Otras lenguas, como el inglés, por ejemplo, presentan menor variedad de cambios morfológicos. En el chino, la variación en la forma de las palabras es muy poca, casi inexistente. Pero las relaciones sintácticas son un componente esencial de la gramática de las lenguas, que compensa una morfología

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