Niños Y Depresiom

NIÑOS Y DEPRESIÓN

En los Estados Unidos, país de enormes contrastes, ha crecido en los últimos años el numero de niños con impulsos suicidas y homicidas. El gran auge de la psiquiatría y la farmacología en aquel país, aunado al poder adquisitivo de la población, ha provocado que gran parte de la población se encuentre medicada con antidepresivos (siendo el Prozac el mas famoso de ellos), y que incluso una buena parte de los consumidores lo hagan ya como adictos.

Entre esos consumidores se ha detectado que muchos de ellos manifiestan impulsos suicidas, sobre todo al comienzo de los tratamientos. En estudios realizados en infantes, medicados para prevenir la frustración, neurosis, soledad, etc., éstos manifestaron fantasías de autodestrucción al comenzar los tratamientos con pastillas de cualquiera de los diez medicamentos mas utilizados (entre ellos, además del Prozac, se encuentran Paxil, Remeron,Serzone, Effexor, Wellbutrin, Lexapro, Celexa, Luvox y Zoloft). De nombres fácilmente recordables, estos medicamentos aprobados por la Food and Drug Administration (FDA) Pueden tener efectos secundarios indeseables, como el deseo de morir o de quitarse la vida. Los bioquímicos investigadores atribuyen ese impulso a la posible conexión entre la paroxetina (principio activo del Paxil) y el suicidio. De hecho existe un lineamiento de la FDA en donde se solicita a los fabricantes farmacéuticos que incluyan una etiqueta advirtiendo el riesgo.

La noticia de estos efectos secundarios ha provocado que se cuestione a la FDA si todos estos medicamentos deben seguir en el mercado y qué tan conveniente es la actual costumbre de medicar incluso a los niños (cerca de 5000 viven con tratamiento con antidepresivos). Como sociedad, los norteamericanos se cuestionan también la facilidad con que se hace esta medicación, y si no hay alternativas como la psicoterapia que ayuden mejor a este sector de la población. No se trata de sacar a la gente de la depresión para ponerla al borde del suicidio.

Los niños son particularmente vulnerables. Es verdad que son el futuro de cada país. Es un asunto de salud y seguridad que esos niños gocen de una buena salud mental y que estén lejos de las sustancias que, tal vez, en lugar de ayudarlos los pueden perjudicar.

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