Nuestra Ambivalente Humanidad

Nuestra ambivalente humanidad

La humanidad no es perfecta, la humanidad se compone de seres humanos que viven día a día con situaciones positivas, negativas y de ambivalencia donde cada una toma caminos diferentes, creando así lo que conocemos como vida . Situaciones que en la mayoría de las veces terminan siendo inexplicables y hasta infames en algunos casos. El cuento titulado La increíble y triste historia de la cándida Erendira y su abuela desalmada de Gabriel Garcia Marquez sirve de un ejemplo extravagante de lo ambivalente que puede llegar a ser la humanidad. Este relato cuenta como una abuela prostituye a su nieta de 14 años para recuperar todo lo material que su pasado le había dejado y perdió por un error de su nieta. Para comenzar se puede encontrar la visión torcida de una abuela que prostituye a su propia nieta. Se interpretar de dos maneras . La primera en lo cínico y sin escrúpulos que es que una abuela prostituya a su nieta la cual es menor de edad. La segunda se puede ver por el lado de que fue la única alterativa que tenían porque la abuela fue prostituta en su juventud y era el único modo por el cual ella sabia ganar dinero, donde utiliza a su nieta porque por lojica y un poco de intuición, la cual es si ella se hubiese prostituido, por su edad, gordura y demás no iba a tener las ganancias que ella necesitaba, donde la ambivalencia se encuentra en que por una parte es morboso y inexpiable lo que la abuela hace pero si se indaga mas en el asunto se ve que era lo único que conocía. Otro ejemplo seria la visión positiva que se llega a tener con los Amadices. Cuando se lee este cuento se presentan a los contrabandistas como una especie de héroes medievales, donde la visión es ambivalente por el hecho que para una parte de la humanidad no le dan el visto bueno y para la otra significa un buen negocio, pero también hay quien no le da el visto bueno, pero comoquiera lo ven como un buen negocio. En este mundo en el que se vive, las situaciones ambivalentes son cada vez mas y todo es por el hecho de ser un humano el cual busca la lógica a todo. Porque ese sabor agridulce aporta a lo que es vivir en nuestra ambivalente humanidad.

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