Opinión Sobre El Glosario De Derecho Corporativo
Enviado por Ibiscycles • 23 de Mayo de 2012 • 1.301 Palabras (6 Páginas) • 1.598 Visitas
Complicada empresa inicia quien decide elaborar un glosario técnico jurídico pues encontrará muchas circunstancias que complican su elaboración, tal como escases de fuentes bibliográficas, dificultad para encontrar términos equivalentes en inglés-español (pues en ocasiones no existen palabras que definan con exactitud una palabra en otro idioma), el uso de modismos y expresiones que no se encuentran en los diccionarios y muchas palabras técnicas legales que no se encuentran fácilmente en los diccionarios, entre otras.
Ciertamente no es una tarea fácil, sin embargo por otro lado existen también factores que pueden servir de apoyo y que a mi juicio constituyen una herramienta fundamental para lograr un trabajo como el que se comenta en esta opinión: la experiencia de haber trabajado en el extranjero o en su defecto trabajar en territorio nacional pero en una empresa trasnacional en donde se tenga relación profesional con abogados con quienes sin importar su nacionalidad, se hable en inglés. En ese sentido, me refiero a haber trabajado en el extranjero porque con el sólo hecho de residir fuera del país podría no ser suficiente para adquirir un nivel de inglés que permita entablar conversaciones de negocios o inclusive conversaciones con cierto grado de inglés técnico jurídico. Tal y como podría sucederle a cualquier persona en México, quien podría hablar un español coloquial suficiente para mantener todo tipo de conversaciones casuales o informales pero se encontraría imposibilitada para entablar conversaciones de negocios o con cierto lenguaje técnico de alguna especialidad incluyendo el Derecho.
Hablando del lenguaje y las lenguas extranjeras, viene a mi memoria un maestro que en la universidad nos comentó que los idiomas del futuro son 3: inglés, chino y “computación”. En aquél entonces esa afirmación podría haber parecido un poco exagerada, sin embargo, al día de hoy nos damos cuenta que sus palabras estaban llenas de razón. A los niños en las escuelas les enseñan inglés desde sus primeros años y de igual forma la computación. Aunado a lo anterior, creo que no falta mucho para que comencemos a tomar lecciones de chino por las tardes, pues el país más poblado del mundo y con uno de los crecimientos económicos más elevados y sostenidos está apoderándose de la economía mundial rápidamente.
En esta época en que el correo electrónico (email) ha sustituido al correo convencional, en que el teléfono celular ha sustituido al teléfono tradicional de casa y en donde inclusive los “smartphones” o teléfonos inteligentes incluyen aplicaciones para “hablar por teléfono” sin usar la línea telefónica, debemos estar a la vanguardia y poniéndonos al día en cuanto a las últimas tecnologías se refiere y por ello es que modificando un poco la opinión de mi antiguo maestro y atendiendo a la realidad de estos tiempos y mi experiencia profesional, considero que es importante dominar al menos nuestro idioma natal, el inglés y la computación, por lo que al respecto explicaré la importancia de cada uno de estos 3 elementos:
a) Idioma natal: Pudiera parecer una exageración o incongruencia el señalar que debemos dominar nuestro idioma natal, sin embargo, con el paso de los años y con la experiencia profesional con la que cuento, me resulta sorprendente que muchos de mis colegas, tanto abogados como profesionistas de otras ramas no sepan leer, escribir ni hablar correctamente, es decir, que no sepan redactar un documento con cierta coherencia, que contenga ideas ordenadas y claras que permitan al lector entender el sentido de lo que se quiso explicar, que no conozcan las reglas de ortografía y gramática elementales y que olviden utilizar las preposiciones. De igual forma, emplean palabras inadecuadas o un vocabulario que no se encuentra al nivel intelectual que supone haber terminado los 5 años de la universidad.
Estoy convencido que como abogados, debemos de contar con una habilidad notable para redactar documentos claros, concretos, coherentes por decir lo menos, pues a través de la escritura y de los documentos que elaboremos, hacemos constar los actos o acuerdos entre las partes de una negociación,
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