Panel de expertos: Rebelión en la granja (George Orwell)

Panel de expertos: Rebelión en la granja (George Orwell)

Tomando la historia desde el punto de vista político es una situación que queramos o no se presentará siempre, no importa la persona que se encuentre en el poder; sea pobre, rico, humilde, egoísta. ¿Por qué lo digo?... Bien, analicemos la trama, el cerdito Napoleón no tenía malas intenciones aparentes, también quería ayudar, sin embargo una vez en el poder, una vez que probó todos los placeres que ofrece el hecho de estar a la cabeza de un grupo social el objetivo se empieza a mostrar borroso, hay distracciones, hay tentaciones y claro, una vez que se siente el control solamente se ambiciona más, la pregunta de: ¿Y qué se sentirá tener más?¿Qué se sentirá ser el amo y señor de grandes extensiones de tierra y personas? Empieza a rondar en la mente. No es que sea malo, ¡no! Eso es una falacia, las personas somos así, somos egoístas, ambiciosas, traicioneras. Lo que sucede es que en la familia nos han inculcado principios que los ocultan, pero están ahí siempre latentes y listos para salir ante cualquier situación que lo amerite. Desde mi punto de vista es la naturaleza la que nos obliga a desviarnos del objetivo, la que nos vuelve en muchas maneras un Napoleón, aunque también somos los súbditos ignorantes, sedentarios jamás nos interesamos por saber que hay más allá, y aunque lo hagamos una vez más todas las costumbres que tenemos nos llevan a quedarnos sin hacer nada y perder el interés dejando que otros lleven el control de las situaciones convirtiéndonos en todos aquellos animales manipulados. La historia política de México siempre ha sido un círculo (No funciona una idea – Se formulan nuevas – Algo resulta mal o se muestran anomalías – Se pierde el ánimo y el interés – Lleva a la idea al fracaso). Ese error es el que no deja que funcione correctamente, no mejoramos si no que cambiamos. Nos la pasamos haciendo prototipos y los dejamos a medio hacer. Y no es que no podamos. Una persona nace, crece y se da cuenta que puede cambiar al mundo con sus ideas, que tiene el potencial y es capaz, pero no nos capacitan, ni nos dejamos capacitar para poder hacerlo, nos insertamos al mundo exigente que nos grita un cambio, una mejora sin ningún manual o plan. Tarde o temprano nos cansamos, nos damos por vencidos  y abandonamos nuestros propósitos, nos volvemos grises, nos convertimos en ovejas que solo saben balar y nos vamos sin dejar absolutamente nada de provecho, pero si heredando nuestro conformismo y nuestra ignorancia. Hagamos una mejora a nuestro entorno, pero no les diré que leyendo, estudiando, porque a decir verdad a muchos de nosotros esta tarea no se nos dá bien. Busquemos nuestro talento, no se puede cambiar el mundo con acciones que no se disfrutan con el alma. Encuentra tu talento y sal a cambiar el mundo antes de que el mundo te cambie a ti.

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