Película: vidas de papel

Película: vidas de papel

Can Ulkay es un cineasta turco nacido en Estambul en 1964. Estudio en la Universidad de Mármara, para después trabajar en publicidad con marcas como Coca-Cola y algunas aerolíneas turcas. En 2017 hizo su debut como cineasta en la pantalla grande con la película “Sarikamis Cocuklari” y desde entonces no ha dejado de crear historias, en este caso con esta película top 10 en la plataforma Netflix, “vidas de papel” la cual ha tenido muy buena acogida por parte de los televidentes, por su historia tan particular, partiendo desde una enfermedad renal, y desglosando desde dicha enfermedad, una cantidad de sucesos muy extraordinarios en los cuales se ven obsesiones, heridas infantiles, hijos perdidos y madres ausentes.

En esta película, Vidas de papel mueve las fibras más sensibles, ya que involucra elementos como una grave enfermedad, un niño abandonado entre los residuos y una infancia traumática. Mehmet (protagonista), es un hombre que trata de llevar su vida de la mejor manera posible, incluso con esa grave enfermedad que lo aqueja(enfermedad renal). Este sujeto se encarga de dirigir un depósito de residuos en la ciudad de Estambul, Turquía. Su vida da un giro cuando se encuentra en el lugar con un niño abandonado, este Toma la decisión de hacerse cargo del menor, convertirlo en su nuevo compañero de vida. Sin embargo, no será algo sencillo, ya que deberá enfrentar sus traumas de la niñez.

Esta trama fomenta lo valioso que es la amistad desinteresada, el olvidarse del si mismo y ayudar a los demás, ya que el amigo del protagonista fue no solo el ángel durante toda su enfermedad, si no también la persona, la cual lo defendió y le acolito, momentos de la vida los cuales serían valiosos para Mehmet.

Vidas de papel es una película que nos ayuda a reconocer el valor de la sanación a través de los ejemplos de otras personas, frecuentemente nos cerramos en nuestros propios problemas desconociendo que existen testimonios que pueden ser de gran ayuda para alguien que tiene situaciones similares. Aquí vemos las realidades que viven muchas personas en el mundo, quienes trabajan de manera informal por sobrevivir y aquellos niños que padecen el abandono y el tener que volverse adultos en medio de situaciones tan complejas como las calles y el maltrato. De esta película quisiera resaltar que el mundo sería muy distinto si todos decidiéramos seguir siendo niños, nunca dejar de disfrutar lo pequeño, lo esencial y esos momentos de felicidad que la vida nos regala con las personas especiales. Este tipo de contenido va más allá de algo que “entretiene”, es un mensaje que debe invitarnos a conocer lo que se vive afuera y que a veces somos tan ajenos, a replantear la importancia del rol de los padres en la vida de un niño y las secuelas que podría traer el no tenerlos presentes. En los tiempos que hoy vivimos, basta con ver las noticias para darnos cuenta de que la niñez protagoniza momentos de abuso, maltrato e incluso muerte. Ellos son el futuro del mundo y contrario a querer formar mejores personas lo que se hace es llenarlos de heridas que probablemente ellos solos tendrán que sanar de alguna forma.

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