Pensamiento Economico Liberal
Enviado por waruiko • 29 de Octubre de 2013 • 7.215 Palabras (29 Páginas) • 573 Visitas
PENSAMIENTO ECONOMICO NEOLIBERAL Y MONETARIOS
1. INTRODUCCIÓN
El neoliberalismo o nuevo liberalismo es una denominación del [liberalismo económico], cuyos defensores apoyan la liberalización económica, el libre comercio, los mercados abiertos, la privatización, la desregulación y la disminución del tamaño del sector público incrementando la influencia del sector privado en la sociedad moderna. Se defiende desde la reducción de la intervención del Estado al mínimo hasta la ampliación de las funciones del estado prestando servicios como la sanidad o la educación (que el estado decimonónico no daba).
El término fue introducido a finales de 1930 por los liberales europeos para promover una nueva forma de liberalismo económico levemente intervenido, político y social para corregir las deficiencias que llevaron al crac del mercado de valores en 1929.El término se usa con el fin de agrupar un conjunto de ideologías y teorías económicas que promueven el fortalecimiento de la economía nacional (macroeconomía) a través de la división del trabajo a gran escala entrando en el proceso globalizador y a través de incentivos empresariales tanto como a través de su completa eliminación por considerarse dañinos y contrarios al liberalismo.
Terminología: El término neo liberalismo fue acuñado por el académico alemán [Alexander Rüstow] en 1938, en un coloquio. Entonces se definió el concepto de neo liberalismo como remarcando «la prioridad del sistema de precios, el libre emprendimiento, la libre empresa y un estado fuerte e imparcial». Para ser neoliberal es necesario requerir una política económica moderna con la intervención del estado. El intervencionismo estatal neoliberal trajo consigo un enfrentamiento con los liberales clásicos laissez-faire, como Ludwig von Misses o Friedrich Hayek. En los años 60 el término dejó de usarse regularmente.
En 1981 se formó un movimiento de izquierda en los EEUU que usaba el término neoliberal para describir su ideología. Los neoliberales se unieron alrededor de dos publicaciones, La Nueva República y el Washington Monthly. El vocero de este neoliberalismo era el periodista Charles Peterers, que en 1983 publicaba el Manifiesto Neoliberal. Los dos políticos neoliberales más influyentes fueron Bill Clinton, 42º presidente del gobierno, y el exvicepresidente Al Gore.
Durante el gobierno militar de Pinochet en Chile, los estudiosos opositores usaron el término, aunque sin una referencia específica a una revisión teórica del liberalismo clásico, para describir un conjunto de reformas políticas y económicas efectuadas bajo este gobierno, usando el término de forma peyorativa. El término acabó difundiéndose entre los hispanohablantes. En las últimas dos décadas el término no se define sino que se utiliza para describir una ideología o una teoría económica, y además, es usado por los críticos de izquierda opuestos a la liberalización económica para condenar.Según Boas y Gans-Morse, el término neoliberalismo es utilizado por la izquierda peyorativamente para criticar las políticas de liberalización del sector privado tendientes a aumentar su rol en la economía. Hoy en día el uso del término se orienta a describir las políticas económicas que «eliminan los controles de precios, desregulan los mercados de capital y reducen las barreras al comercio», además de reducir la influencia del estado en la economía, especialmente mediante la privatización y la austeridad fiscal.
2. HISTORIA
En teoría, el neoliberalismo suele defender algunos conceptos filosóficos del viejo liberalismo clásico del siglo XIX, aunque sus alineamientos políticos y su implicación con ideas posteriores, hace de él una doctrina diferente de dicho liberalismo clásico.1Entre las cuestiones ampliamente promovidas por el neoliberalismo están la extensión de la iniciativa privada a todas las áreas de la actividad económica o la limitación del papel del Estado. Entre las ideas y los principios introducidos por el neoliberalismo y ausentes en el liberalismo clásico, están el principio de subsidiariedad del Estado (desarrollado por los ordoliberales alemanes, que habían puesto en marcha algunas de sus propuestas en el denominado Milagro alemán de posguerra), y en especial, el monetarismo de la Escuela de Chicago que, desde mediados de los años 50, se convirtió en crítico opositor de las políticas de intervención económica que se adoptaban en todo el mundo, junto con aportaciones del enfoque macroeconómico keynesiano.
A finales de los años 70, estas teorías ganaron amplia popularidad en el mundo académico y político por dar respuesta al fracaso del keynesianismo en la gestión de la crisis de 1973. Las ideas keynesianas sugerían una relación inversa entre inflación y empleo, tal como sugiere la curva de Phillips. Sin embargo Milton Friedman había señalado que esa relación no era necesaria, como quedó demostrado por el fenómeno de la estanflación. El nuevo escenario estanflacionario desafiaba los postulados keynesianos, en esas circunstancias, las ideas monetaristas revivieron audiencia y credibilidad, como consecuencia se implementaron nuevas medidas antikeynesianas como simultanear acciones antirrecesivas y antiinflacionarias. La crítica de los monetaristas tenía tres vertientes:
1. Discutían el uso del aumento de la masa monetaria como instrumento para crear demanda agregada, recomendando mantener fija dicha magnitud;
2. Desaconsejaban el uso de la política fiscal, especialmente el uso del constante déficit presupuestario, poniendo en duda el multiplicador keynesiano; y
3. Recomendaban una reducción en los gastos del Estado como única forma práctica de incrementar la demanda agregada.
La mayor parte de los aportes teóricos fueron rápidamente aceptados poniendo fin a la predominancia que el keynesianismo tenía en la mayoría de las escuelas de pensamiento económico desde los años 30. Tanto Margaret Thatcher como la administración de Ronald Reagan pusieron en práctica estas teorías con resultados desiguales. En el Reino Unido, se realizó una fuerte reducción en el tamaño del sector público que, si bien tuvo consecuencias negativas en el corto plazo en el terreno social, reactivó la economía y dio un gran dinamismo al sector productivo.
En los Estados Unidos, similares medidas chocaron con el aparato político y la vocación militarista del entorno de Reagan, por lo que solo se logró crear un gran déficit fiscal (las iniciativas de reducción de impuestos prosperaron pero no las de control del gasto social o del gasto militar, que eran las principales partidas del gasto público).
Se aprecia en el régimen militar de Augusto Pinochet en Chile, un modelo económico monetarista con algunos rasgos keynesianos, siendo estos
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