Pocillos

Los pocillos

(Paso de los Toros Departamento de Tacuarembó,

Uruguay 14 de septiembre de 1920 )

Mario Benedetti

(Montevideanos,1959)

“Lo esencial es invisible a los ojos”

Mariana como regalo de cumpleaños de Enriqueta recibió seis pocillos, importados irrompibles y modernos, dos de color verdeados rojos y dos negros.

Mariana había decidido que cada pocillo seria usado con su plato del mismo color,a pesar del consejo estético de Enriqueta

Mariana ofrece café a José Claudio pero el la rechaza,y decide fumar un cigarrilo.

Alberto ayuda a José Claudio, ya que quería prender el cigarrillo con su encendedor, pero no funcionaba, decide guardarlo aunque no prendiera , porque era un regalo de Mariana.

Mariana comienza a recordar aquellos tiempos en los que se sentía protegida,probablemente feliz o algo semejante.

El encendedor ya no servia, ya no servia nada de esa época.

José Claudio dice no ir a el medico por su notable salud sin ojos.

Mariana recuerda los buenos momentos, de la época anterior a la ceguera, pero cuando estallo el infortunio, el se negó a refugiarse en ella.

Mariana insiste en que debería ir a el medico.J.C no cree en milagros.

J.C desprecia la ayuda de Mariana,sin embargo Mariana hubiera querido protegerlo.

Los cambios en la pareja fueron lentos,el cuidado,la atención el apoyo,ahora se habían vuelto mecánicos.

J.Claudio estaba dispuesto siempre a herir y a establecer su crueldad con su indiferencia.

Alberto pregunta a Mariana si no se ha fijado en el otoño desgraciado,contesta J.C diciendo que se fije por el.

J.C una noche le grito a Mariana cosas feas,fue cuando Mariana encontró a Alberto;con el se sentía segura y protegida.

Alberto y Mariana con una mirada se comprendían

.

El amor hacia Alberto en un comienzo había sido gratitud querer para ella tenia que ser agradecido.

Mariana agradecía que J.C. se había fijado en ella,tan insignificante,y el tan sagaz y lucido.

Ella le había fallado a J.C cuando la necesitaba más.

Mariana era una agradecida de Alberto desde ese primer momento en que la había socorrido.

Mariana y Alberto durante años mantuvieron una relación discreta, y superficialmente cariñosa.

Quizás Alberto envidiara la buena suerte de su hermano.

Todas las candidatas de Alberto eran comparadas con Mariana.

Para J.C. las visitas de sus compañeros las hacían por miserables.

Sarcásticamente J.C. sonríe.

Mariana., siente con certeza que protege a Alberto y el la protege a ella, sintiéndose de alguna manera responsable.

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