Preferencias sexuales

Al hablar de preferencias sexuales vienen a nuestra cabeza imágenes de personas enfermas y que no saben lo que realmente quieren. Pero si nos ponemos a analizar desde un punto de vista sin prejuicios, podemos darnos cuenta que tener una preferencia sexual distinta a la nuestra no es ningún pecado y no causa daños a terceras personas.

Es conveniente dejar en claro a que preferencias sexuales nos estamos refiriendo; podemos empezar con la más común de todas la heterosexualidad que su característica es el gusto por las personas del sexo opuesto. En segundo lugar tenemos a la homosexualidad que principalmente es el gusto por personas del mismo sexo; denominando el termino gay a hombres que gustan de otros hombre, también preferencia que desprende al lesbianismo, que es la denominación que se le dio al gusto de una mujer por otra mujer. También se encuentra la bisexualidad, es decir, el gusto por tener relaciones sexuales con ambos sexos.

Por otro lado podemos encontrar al travestismo, que en si no es una preferencia sexual, pero muchas personas lo relacionan con el homosexualismo; la principal característica es el gusto por vestirse con prendas del sexo contrario. Y finalmente encontramos a las personas transexuales, las cuales no están contentas con su sexo y optan por cambiárselo por medio de operaciones y cirugías.

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