Programa

Decirnos hasta mañana es cosa de todos los días y lo hacemos con una sonrisa, pero decirnos adiós no es fácil, nos hace brillar los ojos y latir el corazón con más fuerza…

Aunque nos cueste a todos, llegó el momento de despedirlos del jardín. Este maravilloso viaje que emprendieron juntos hace ya tres años llego a su fin.

Pero que lindo es poder mirar hacia atrás y recordarlos con esas caritas de asustados el primer día de clases, cuando hacían pucheros al soltar la mano de mamá o papá para tomarse con fuerza de la nuestra.

Entre canciones y juegos nos fuimos conociendo y cada día que pasaba ganaba un pedacito más del corazón de cada uno de ustedes, hoy puedo decirles que estoy feliz porque el mio esta completo, ya que guardé en él los mejores momentos compartidos….les pedimos que revisen el suyo todos los días, porque allí he dejado un beso para que no me olviden.

Junto a sus familias, intenté hacer que crecieran sus alas para que puedan volar libres durante toda la vida…

A los papás les doy las gracias por su apoyo continuo, por su trabajo, su comprensión…..pero sobre todas las cosas, gracias por su confianza, por haberme permitido formar parte de la vida de sus hijos, por dejarme compartir con ellos cada día de sus vidas durante este año.

Y a los egresados….les digo que:

Esas manitos traviesas

que tantas cosas hicieron,

hoy ya se van preparadas,

para iniciar otro vuelo…

Cargaron en sus alas,

trabajos, risas y juegos,

aventuras, buenos amigos,

y muchos muchos sueños…

Hoy me toca despedirlos,

y quiero pedirles una cosa:

que nunca olviden “ser niños”,

y esa sonrisa hermosa…

Que sean felices mis pequeños

sabiendo que cada día,

puede ser maravilloso si

se animan y “vuelan” a la VIDA…

¡Abran sus alas...

y a volar bien alto!

El Jardín les queda chiquito…

¡Primer año los está esperando!

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