Que rica es la lengua

Ensayo.

Gerardo Monsiváis Ortiz.

Mtro. Francisco Javier Juárez Moran.

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¡Que rica es la lengua!

Una de las principales causas del desarrollo humano se debe enteramente al gran don del habla, la escritura y las señas que poseemos; signos insignificantes ante algunos y aplaudidos por los eruditos. Y es que es tan extenso hablar de los principios de la comunicación que podría tomarnos una eternidad averiguando sus orígenes y aprendiendo de su contemporaneidad y sin embargo no terminaríamos pues a la par se seguiría desarrollando ante nuestros ojos sin siquiera detenerse a sentir compasión por aquellos que ni siquiera la comprenden pero son arrastrados por ella. Todos nos comunicamos como podemos.

El lenguaje siendo la principal manera de comunicación sigue siendo muy limitado para algunos pero también es tan extenso que logramos comunicarnos y hacernos entender aun cuando no es posible.

Comenzando por el fenómeno de la comunicación el cual se describe como un mecanismo donde existe un emisor, mensaje o código y un receptor podemos entender que hay una brecha enorme en este mecanismo, no siempre todo lo que comienza transmitiéndose llega al destino con la misma intención con la que salió. Y esto no es nuevo, quienes culpan a la globalización comercial por estos actos de incomprensión quizá no recuerden que por ahorrarse unos centavos en los mensajes del fax, comenzaban a enviarse textos cortos y eso sumado a la ignorancia que tenían muchos tanto para redactar como para interpretar estos mensajes era común que un simple saludo lejano se convirtiera en una solicitud obligada a atender, y no es que estemos defendiendo a la modernidad como la solución de nuestros problemas de comunicación, pero estos siempre han existido y es una de las cosas más comunes del mundo porque realmente quien puede decir que habla bien en realidad no lo hace. Bien decía Gabriel García Márquez en su discurso ante el congreso internacional de la lengua española en 1977 en el que nos trata de explicar las limitaciones que tenemos en la lengua española y que a su vez nadie deja de hacerse entender pues aunque prisionero de las reglas gramaticales el lenguaje se hace entender.

A pujos y torzones nos hacemos entender en este territorio y una prueba de ello es el mismísimo lenguaje mexicano lleno de folclores, picardía y respeto, extraño para los extranjeros e incluso para los compatriotas pues este se extiende de norte a sur, diferente en cada región pero igual de sabroso.

“La Academia Mexicana de la Lengua reconoce más de ochenta mil mexicanismos usados hoy en día en todo México y así como fuera de sus fronteras.” (Freire, 2016).

Son tantos los modismos mexicanos que muchos lo consideran ya incluso otra rama del idioma español pues a través de tantos años se han escrito múltiples libros, diccionarios y chingonarios para tratar de darle un entendimiento a nuestro lenguaje fuera del país.

Pero más que lenguaje propio el valor que se le da es por las múltiples variantes de definiciones que se le dan a un solo concepto y el cómo es usado dependiendo del contexto, el ejemplo más burdo de esto es la madre o el chingado.

Y es que el mexicano se pasa por el arco del triunfo las reglas gramaticales y las etimologías cuando de hablar se trata, cuantas veces en esta actualidad podemos ver a tantos regios rompiendo en histeria cuando un sureño le trata de explicar que las quesadillas no llevan queso necesariamente, basta con una consulta rápida a cualquier diccionario de etimologías para darle la razón al sureño pero somos tercos a lo que creemos y pensamos que está bien. Y así como este hay muchos ejemplos que solo demuestran la gran brecha de idioma que hay en el propio país, si entre nosotros no nos entendemos como pretendemos que un extranjero acostumbrado a un español más natural nos entienda y conviva con nosotros como si el lenguaje nos hiciera hermanos; Bien el lenguaje es lo que nos une a todos y nos hace ser parte de una sociedad multicultural también desencadena conflictos por falta de entendimiento lingüístico.

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