RESUMEN Y PERSONAJES DE NINGUNA ETERNIDAD COMO LA MIA

LA DANZA DE DRAGONES

José García

La realidad es tan flexible que es difícil determinar quién está desconectado de ella. Podríamos incluso decir que es una distinción no muy útil.

-Richard Morgan

Salí totalmente cansado del trabajo Sali totalmente cansado del trabajo, lo único que quería era conducir hacia la casa y ser recibido con el amor de mis hijas y ese olor inconfundible del sazón de mi esposa que siempre desprende la cocina cuando llego a casa. Entré a la camioneta, encendí el carro y empecé a conducir, no había tanto tráfico como otras veces por lo que venía bastante feliz. Acababa de incorporarme a periférico cuando a 10 metros enfrente mío se atraviesa un niño en su bicicleta, venía a 80 km/h así que ya era muy tarde para frena, mi única opción fue girar bruscamente el volante hacia la derecha.

Y así fue, al parecer había logrado esquivar al niño, pero con el poste de luz no tuve la misma suerte. El impacto fue tan fuerte que me desmayé por unos minutos y cuando desperté había bastante gente intentando alejarme del carro en llamas, al parecer iba explotar, no tuve mucho para asimilar la situación cuando escuché una explosión, afortunadamente ya estábamos lo suficientemente lejos. Sin embargo, solo me arrastraron, yo seguía en el piso sin ninguna sensibilidad en las piernas, me imaginé lo peor. Al poco tiempo, llegó la ambulancia y me subieron a la camilla, rumbo al hospital no tenía ningún dolor, aunque sabía que era por el shock y porque estaba totalmente drogado con tanto medicamento. Por la misma razón, mis ojos se fueron cerrando y me transporté a un campo de batalla, parecía como si estuviera en la edad media rodeado de cuerpos y caballeros peleando con sus armaduras y algunos montando a caballo sin embargo había algo que resaltaba por todo lo demás, en el cielo se veía lo que parecía ser dragones peleando, no voy a negar que estaba totalmente confundido y muerto de miedo pero al ver al cielo solo veía dragones danzando con su jinete, la pelea se veía tan poética que ese miedo desapareció por un momento.

Mi admiración fue interrumpida por un olor tan fuerte que me transporté a una cámara de hospital, de ahí me di cuenta que todo había sido un sueño, al instante se acercó un doctor y me explico toda la situación acerca del accidente, me tuvieron que amputar las piernas, al escuchar la noticia caí en una profunda tristeza, me la pasé llorando todo el día, mis ojos estaban tan cansados de llorar que se cerraron inmediatamente al caer la noche.

Había vuelto al campo de batalla, por un lado sentí una inmensa alegría pues ahí si contaba con mis piernas, por lo que mi único objetivo era correr, pelear o que me hiciera sentir vivas mis piernas, después de matar a un caballero, fijé mi vista un dragón que se nos acercaba con toda la intención de prendernos fuego, sin ninguna preocupación intenté despertar, pero fue inútil, en ese momento el miedo recorrió cada centímetro de mi cuerpo, lo volví a intentar pero con el mismo resultado.

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