Raúl

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Ahí estaba ella, mirando a la nada, pero pensando en todo, de repente se le vino el recuerdo de Raúl su difunto prometido, y todo lo que pasaron los dos juntos desde que el primer momento en el que se conocieron. Era el 19 de junio de 1815, estaba en el mercado con sus dos amigas comprando algunas cosas. La belleza de ella robaba la atención de todos los hombres de ese lugar, e incluso la de Raúl que él a comparación de los demás fue detrás de ella y desprevenida le dijo: Buenos días, señorita, perdón por darle molestias, pero es que me parece que usted es una mujer muy hermosa, y me gustaría invitarte a un café acá en la plaza, prometo no demorarla, solo quiero conocerla. Ella sorprendida y alagada decide aceptar, ella le dice a sus dos amigas: Marie y Rosa no se preocupen llegare bien a casa y cuando llegue prometo contarles todo. Y se fue con ese gran hombre.

Sentados en una mesa fuera de una cafetería hubo un silencio incomodo, hasta que Raúl le pregunto a esa bella señorita el nombre, la cual ella contesta “Emmeline”. ¿Emmeline? Que bello nombre dice Raúl con una sonrisa tierna, ella solo le devuelve la sonrisa, él le dice que, que estaba haciendo esta mañana en el mercado -Emmeline responde: vine a comprar unas cosas para un picnic que mis amigas y yo queremos hacer. ¿picnic? Wow que bien, espero que la pasen muy bien, ella solo lo mira y toma un poco de café. Ella decide preguntarle a él a que se dedica, él responde que es un soldado, hace poco le dijeron a él y a sus compañeros que se vinieran para este lugar y que estuvieran preparados. Eso le inquieto mucho a ella ya que ella si le había parecido muy apuesto e interesante. Cuando ya estaba atardeciendo, ella le dice que ya se tiene que ir, él le dice que le encantaría verla de nuevo, a lo cual ella acepta. Raúl decide acompañar a Emmeline a su casa para que la próxima vez, él sea quien la recoja. Se despiden de abrazo y ella entra a su casa mientras él se aleja muy feliz.

Después de unos cuantos meses, ya habían tenido muchas veces en las que se habían visto, y sin ninguna duda los dos estaban perdidamente enamorados, el 23 de septiembre de ese mismo año, mientras caminaban en el parque Raúl le dice que le tenía una sorpresa mientras se arrodillaba, Emmeline estaba confundida pero cayo en cuenta hay mismo se sonrojo mientras Raúl saca un hermoso anillo con un diamante en el centro y le dice “mi hermosa Emmeline, recuerdo el día en que mis ojos te miraron, quede perdido de amor por ti. Todos estos meses que he estado contigo los he vivido como un sueño, pero no cualquier sueño, si no el mejor de todos. Y ahora estoy acá con este anillo en una mano y con el corazón temblando”. Solo quiero que me respondas alg… ¡Sí! Si quiero casarme contigo, responde Emmeline emocionada, él se para y le da el primer beso y el mejor sin ninguna duda.

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