Recordar es vivir

(2012, 03). Resumen acuerdate y no oyes ladrar los perros juan rulfo. BuenasTareas.com. Recuperado 03, 2012, de http://www.buenastareas.com/ensayos/Resumen-Acuerdate-y-No-Oyes-Ladrar/3782137.htmlLibro: El Llano en Llamas

Autor: Juan Rulfo

Tema: Recordar es vivir.

Resumen:

Acuérdate trata de un personaje que trata de hacer de recordar a otro la vida del peculiar Urbano Gómez, compañero de ambos, años atrás, Urbano es hijo de don Urbano, nieto de Dimas aquel que dirigía las pastorelas, y de una mujer apodada la Berenjena, porque siempre andaba metida en líos y de cada lio salía con un muchacho, de los cuales solo le vivieron dos, el Urbano y Natalia, peculiar señora que peleaba en el mercado porque le querían dar muy caros los jitomates, alzaba su voz alegando que le estaban robando.

Urbano era cuñado de Nachito Rivera, quien se volvió menso a los pocos días de casado y que para sobrevivir su mujer Inés puso un puesto de tepache, mientras que Nachito se vivía tocando canciones no muy melodiosas en una mandolina que le prestaban en la peluquería de don Refugio.

Urbano era mas o menos de la edad de los compañeros que tratan de recordarlo o unos pocos meses más grande, era muy bueno para la rayuela y para las trácalas, vendía clavelillas y mangos verdes que se robaba del patio de la escuela sin olvidar las naranjas con chile que compraba en dos centavos para revenderlas a cinco.

Trágico día para Urbano aquel en que lo encontraron jugando con su prima la Arremangada a marido y mujer detrás de unos lavaderos en su escuela, lo sacaron de las orejas, paseándolo por en frente de todos sus compañeros, ocasionado risas por doquier, el molesto, amenazándolos a todos con la mano como diciendo: “ya me las pagaran algún día”.

Dicen, que tal fue la paliza que su propio tío Fidencio le propino, que por poco y lo deja con parálisis, y que tal fue el coraje de Urbano, que se fue del pueblo.

En un tiempo no se supo nada de él, hasta que un día reapareció en el pueblo pero ahora convertido en un policía, siempre estaba en la plaza de armas, sentado en la misma banda con su carabina enfundada entre sus piernas y mirando con... [continua]

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