Reseña: Carta a una señorita en París
Enviado por Leticia Caus • 27 de Marzo de 2023 • Reseña • 699 Palabras (3 Páginas) • 84 Visitas
Reseña: Carta a una señorita en París
Carta a una señorita en París forma parte del libro Bestiario de Julio Cortázar qué caracteriza por escribir una poesía llamativa y por escribir literatura fantástica. Carta a una señorita en París fue publicado en 1951 y se cataloga en literatura fantástica, literatura fuera de lo real, está escrito en primera persona y tiene cierto aire fantástico y a la vez credibilidad.
El narrador y personaje principal (del cual no se menciona el nombre) le escribe una carta a Andrée, su amiga que se encuentra en París, en la que le cuenta lo que le pasa al menos una vez por mes, vomitar un conejito. El protagonista cuida el departamento de Andrée que está en la calle Suipacha, en Buenos Aires, mientras ella está en Francia, pero la situación de vomitar conejos le preocupa. Cada vez vomitaba más conejitos y pensaba en matarlos, pero algo dentro de él no se lo permitía. Continuaba vomitando conejitos hasta llegar a los once. No sabia que hacer con los conejitos para que Sara (la mucama) no los viera, pero luego decidió encerrarlos de día en un armario y soltarlos de noche en el apartamento y darles hojas de trébol para que comiesen. Se disculpa por los daños que los conejitos le estaban causando a los muebles y al departamento en general. Todo el tiempo el protagonista está condenado y resignado a la situación de vomitar conejos. Pareciera que la vida ya no tiene sentido para él y tiene que vivir como si estuviera luchando en contra de los problemas que le afligen. Es un cuento fantástico y te muestran una imagen muy real a pesar de lo fantástico de la escena. «Cuando siento que voy a vomitar un conejito me pongo dos dedos en la boca como una pinza abierta, y espero a sentir en la garganta la pelusa tibia que sube como una efervescencia de sal de frutas.» esta cita del cuento, relata cómo era el proceso de vomitar los conejos y lo que él siente al momento que el conejito sube por su garganta. Algo tan irreal, como lo anterior, puede ser tan imaginable debido a la forma en que el autor describe el proceso utilizando unas palabras que te hacen sentir que el conejito te sube por la garganta. Mientras solo eran diez «tenía perfectamente resuelto el tema de los conejitos». Pero cuando el undécimo apareció, ya no pudo contener la situación
Vomitar conejos es simbólico y se puede decir que los conejos representan los problemas y las transformación que le ocurrían al autor. Encerrar a los conejos de día puede significar que encerraba sus problemas también y cuando los sacaba en la noche tiene relación con que al estar solo en la habitación pensaba y reflexionaba acerca de lo que le afligía. El vomitar conejos representa en fin todas las ideas y cosas por las que tenía que pasar el escritor. Concluye con un «No creo que les sea difícil juntar once conejitos salpicados sobre los adoquines, tal vez ni se fijen en ellos, atareados con el otro
...