Reseña FEEA

ADIOS PAPÁ

Cathy y su hermano Christopher descubren que tendrán unos hermanitos, tal ves sean niño y niña, o tal vez dos niños, o tal vez dos niñas. Cathy se niega a quererlos por que piensa que los querrán más a ellos que a ella que siempre ha sido la consentida por ser la menor. Estos resultan ser niño y niña. Un día, en el cumpleaños de su padre, con los gemelos ya con 4 años, preparan una gran comida, con muchos invitados y con muchos regalos. El siempre acostumbraba a llegar antes de las 3 pm, dieron las 4, las 5, las 6, las 7, pero el no llegaba, por la ventana pudieron ver como dos policías se bajaban de una patrulla dirigiéndose a la puerta de su casa. La madre de los niños abre la puerta con manos temblorosas para enterarse después de que su esposo había muerto en un accidente en la carretera, regresando del trabajo.

EL CAMINO DE LAS RIQUEZAS

Ya muerto, el padre no podía pagar tantas deudas que su esposa le pedía incesantemente que comprara. Entonces fue ahí donde tuvieron que marcharse sin decir adiós, con solo unas pocas pertenencias, a casa de un abuelo asquerosamente rico, prácticamente moribundo, que tenía desprecio por su hija a quien desheredo por, al parecer, un imperdonable error. Al bajarse del tren tuvieron que caminar largo rato. Después llegaron a la casa del padre y la madre de Corraine (la madre de los 4 niños), al llegar subieron por las escaleras de atrás al cuarto más alto que daba al ático. La abuela los encerró con llave y les dijo que podrían subir al ático pasadas las diez de la mañana para que los criados no pudieran oírlos y fueran con el chisme al abuelo, quien primero tendría que perdonar a Corraine para que le pudiese presentara sus cuatro hijos, o como la abuela les decía: la progenie del demonio

LA CASA DE LA ABUELA

Al día siguiente la abuela les lleva de desayunar, comer y de cenar, todo de una vez, por que no podría subir tres veces al día por que los creados se preguntarían por que. Después les dio una larga lista de instrucciones, como que tenían que dormir separados niños y niñas, tenían que bendecir la mesa antes de comer, si sabían leer tenían que leer al menos una pagina de la biblia diaria y si no sabían leer, tenían que mirarla para que “alguna de las enseñanzas del señor se les quedaran”

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