Reseña de La milla verde (Libro de Stephen King)

La milla verde  Libro de Stephen King publicado en agosto de 1996

Planteamiento:

“No pude evitarlo. Lo intente, pero era demasiado tarde.” Fueron las palabras de John Coffey, un negro de estatura superior  acusado de haber violado y matar a dos gemelas de solo 9 años. Palabras que fueron muy claras para todos, menos para Paul Edgecomb pues había visto en la mirada de Coffey a un ser indefenso, libre del cargo que tenía y por el cual tenía que dar a parar a la silla eléctrica donde moriría electrocutado.

En la penitenciaria de Cold Mountain, bloque E para ser más específicos, las cosas cambiaron ante la llegado de John, haciendo dudar a Paul de todo lo que creía de su trabajo. Una serie de eventos cambiaron la vida de muchas personas o mejor dicho “salvándolas”.

Nudo:

Todo ocurrió en 1932, cuando la penitenciaria del estado aún estaba en Cold Mountain. La silla eléctrica también estaba ahí, esperando a todos aquellos criminales cuyos delitos fueron tan atroces como para merecer la pena de muerte. De eso se encargaba el Bloque E y Paul Edgecomb el jefe del pasillo de la muerte es quien nos relata la historia.

El bloque E estaba compuesto por 6 celdas, al final de ellas justo a la derecha había algo totalmente distinto. Después de aquel pasillo verde se encontraba un pequeño cuarto, una habitación miserable donde se efectuaban las ejecuciones en la temida “freidora”, una silla con brazos de roble por donde habían pasado los últimos y dolorosos momentos decenas de hombres.

“Entra un muerto” dijo Percy Wetmore ante la llegada de Coffey, uno de los hombres de Paul, que se encontraba trabajando en el Bloque E por influencias, Percy no era la clase de persona que pasa desapercibida, su mala intención se respiraba ante su presencia, durante toda la historia actuó como un adolescente insoportable que solo veía por su beneficio siendo muy cruel con los presos que pararon en el bloque.

Paul interesado por el caso del nuevo preso se acercó a la biblioteca a leer los informes del juicio de John Coffey. Por lo que se entendió se encontró a Coffey sentado en la orilla de un rio con los cuerpos muertos de las niñas mientras lloraba y se lamentaba por no poder evitarlo, obviamente lo acusaron pues eso les basto para declararlo culpable.

Después de búsquedas más amplias en la biblioteca Paul encontró lo siguiente: la señora Detterick, madre de las gemelas asesinadas, se percató de la ausencia de las niñas por la mañana y enseguida le comento a su esposo. Empezaron buscando en los lugares básicos de la casa pero en la puerta trasera, cerca del granero encontraron sangre en los escalones. Su hijo y su marido corrieron tras el supuesto secuestrador; la cuadrilla del pueblo los alcanzo un poco después y con ayuda de los trozos de ropa que encontraron de las niñas y con unos perros empezaron una exhaustiva búsqueda, los perros en un punto se confundieron y varios de ellos querían seguir el rastro al norte cerca del rio y los otros al oeste, finalmente encontraron a John Coffey, sentado a la orilla del rio, llorando con los cuerpos reposando a sus costados como si fueran muñecas.

Desde el inicio de la historia se cuenta como Paul sufría de una infección urinaria que fue curada por Coffey al tocarle la entrepierna y vomitar una nube de insectos negros como si absorbiera la infección y luego la sacara con la nube, este hecho se escucha un poco perturbador pero fue así como se dio cuenta de los dones que poseía y de que las dudas respecto a lo que lo acusaban aumentaban.

Semanas después de la llegada de Coffey entra otro condenado, acusado de varios asesinatos. Se llama William Wharton, pero se hace llamar "Billy el Niño", y no tarda en colmar la paciencia de los guardias. Un episodio digno de relatar es el que se refiere a la ejecución del condenado francés Eduard Delacroix, quien incendió una casa con todos sus moradores dentro. Delacroix logra adiestrar a un pequeño ratón al que adopta como mascota, al cual llama Cascabel. Un día antes de la ejecución de Del, Percy pateó al pobre rato rompiéndole la columna, Del al ver a su amiguito a punto de morir se echó a llorar y le pidió a Coffey que hiciera algo por su ratón así como había hecho algo por la infección de Paul, Dean otro de los hombres de Paul tomo el ratón y lo llevo a la celda de Coffey logra revivirlo con sus poderes haciendo el mismo proceso, tocarlo absorber el mal para luego escupirlo en una nube de insectos que luego desaparecen.

 Al momento de la ejecución de Delacroix, Percy exige llevarla a cabo, a lo que Paul accede de mala gana, poniendo como condición que pida el traslado a otro lugar tras aplicar la pena. El problema llega cuando en el momento en que Percy tendría que haber mojado la pequeña esponja que se colocaba en la cabeza del condenado para que corra mejor la corriente y la descarga llegara casi inmediatamente al cerebro, pero no lo hizo, aun sabiéndolo, para ver qué podría pasar. El resultado fue horrible: en lugar de la muerte rápida que debía habérsele dado, Delacroix murió calcinado y sufriendo terribles dolores. La ejecución fue un completo desastre, las personas presentes se desmayaron o vomitaron del terrible evento: carne asada y humeante.  

El alcaide es cercano a Paul pues el trabajo los relaciona, además de la relación de amistad que tiene Janice (esposa de Paul) y Melinda (esposa del alcaide Moores). Pero Melinda se ve afectada anteriormente por fuertes jaquecas que terminan siendo diagnosticadas como un tumor cerebral, y también se le diagnostico poco tiempo de vida. Paul y Janice expresan su apoyo moral visitándolos consientes del destino de su amiga.

Al comprobar los poderes curativos de John y recordando que este curó de la misma manera milagrosa su infección urinaria, Paul decide sacar temporalmente a John Coffey de la prisión para que cure a Melinda. Tras convencer a sus compañeros de guardias, Paul libera a Coffey, no sin antes encerrar a Percy en la celda de seguridad, aprisionado por la camisa de fuerza y amordazado (haciéndole creer que se trata de un simple castigo por la brutal matanza de Del). Paul y sus compañeros también se encargan de sedar previamente a William Wharton con morfina en una Coca-Cola, pero este despierta de su trance y agarra del brazo a Coffey, quien se queda lívido y le dice "Eres malo", a lo que Wharton responde "Sí, negro, más malo de lo que crees". Una vez que Brutus lo separa, el trance se rompe.

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