Resumen Cronicas De Narnia La Bruja El Leon Y El Ropero
Enviado por martaca • 28 de Septiembre de 2014 • 1.747 Palabras (7 Páginas) • 884 Visitas
Título: Crónicas de Narnia: El León, la Bruja y el Ropero
Autor: Clive Staples Lewis
Cuatro hermanos son enviados a pasar las vacaciones a la casa de un viejo profesor a las afueras de Londres. La casa es enorme y por lo mismo solitaria, por lo que Pedro, Susana, Edmundo y Lucía no tienen otra compañía que ellos mismos.
Un día en el que no podían salir deciden explorar la casa. Encuentran un pequeño cuarto vacío, con tan sólo un antiguo ropero con espejos. Los niños se van, menos Lucía, que quería ver que había dentro. Al revisar encuentra varios abrigos de pieles, al adentrarse más siente una segunda corrida de abrigos, pero no toca el fondo. Sigue avanzando y de pronto se da cuenta que ya no está entre abrigos, sino que entre árboles, y que ya no pisa madera, sino que nieve. Camina un poco más y sale de un bosque, y junto a un farol encuentra a un fauno.
Este se muestra sorprendido y le pregunta a Lucía si es una Hija de Eva, para lo cual Lucía no tiene respuesta. El fauno reformula su respuesta y pregunta si es humana. Lucía dice que sí y se presenta, y el fauno dice que es el señor Tumnus, le invita a Lucía a tomar té a su casa. Tras pensarlo Lucía acepta y en la cueva del señor Tumnus éste se pone a tocar una flauta que adormece a Lucía. Al despertar el señor Tumnus está llorando, y le dice a Lucía que es malo, que trabaja para la Bruja Blanca y que su misión era atrapar a cualquier Hijo de adán o Hija de Eva que encontrara, pero que no pudo hacerlo porque Lucía le cayó muy bien. Tumnus le dice a Lucía que se devuelva por donde vino y Lucía obedece, y reaparece por el ropero, gritando que no se preocupen, que ella está bien. Sus hermanos, al verla, le dicen que no tenían razón para estar preocupados, y, a pesar que Lucía dice haber estado fuera varias horas, sólo han pasado algunos segundos. Entonces los hermanos revisan ell armario pero no encontraron más que abrigos.
Algunos días después, deciden jugar a las escondidas, y Lucía vuelve al ropero, ya que estaba dudando de lo que había visto, y es seguida por Edmundo. Edmundo no puede encontrar a Lucía y de pronto se ve a sí mismo dentro de un bosque, sin señales de Lucía. Allí se encuentra con una mujer muy alta, vestida completamente de blanco y de porte muy imponente. Ella lo trata muy mal y le dice que es la Reina de Narnia, pero al saber que es un humano le ofrece unas ricas delicias turcas. Mientras más delicias turcas comía Edmundo, más deseaba seguir comiendo. Y mientras comía la Reina le preguntaba sobre de dónde vino, si tenía hermanos, cuantos, acerca de Lucía, etc. Finalmente lo convence de que vuelva otro día a Narnia con sus hermanos y que los lleve a su castillo (le dice dónde queda), y que allá le convidará más delicias turcas. Al regreso Edmundo se encuentra con Lucía, quien está feliz de saber que no es la única que ha entrado en Narnia, y le cuenta que el señor Tumnus está bien, y que la Bruja Blanca, quien se ha autoproclamado Reina de Narnia, no ha sabido de su encuentro con Lucía.
Al hablar con sus hermanos, Edmundo no admite que ha ido a Narnia, y sólo se burla de su hermana, lo que la hace llorar. Sus hermanos lo recriminan y deciden ir a hablar con el profesor para ver si Lucía tiene algún problema. Éste les dice que no existe ninguna prueba de que Lucía esté mintiendo y que no se preocupen.
No tuvieron más problemas hasta un día en que se estaba realizando un recorrido por la casa, y para no molestar se escondieron en el ropero. Los niños se dieron cuenta que ahora estaban en un bosque y parados sobre la nieve. Pidieron perdón a Lucía y retaron a Edmundo, tomaron unos abrigos y se aventuraron en el bosque pidiéndole a Lucía que fuera su guía. Se dirigieron hacia la casa del señor Tumnus y encontraron en ella una nota que decía que había sido apresado por órden de la reina con el cargo de alta traición.
En eso se apareció un petirrojo, haciendo señas para que lo siguieran. Partieron trás él, y luego de un buen tramo, Edmundo empezó a pensar que lo que hacían no estaba bien. Se lo dijo a Pedro y además le dijo que no sabían si el fauno y la Reina realmente eran buenos. Finalmente el petirrojo se perdió de vista, y los niños no sabían donde estaban.
Repentinamente sienten movimiento en unos árboles, y aparece un castor, que les habla. Los invita a su casa y dice que se apuren, porque no tienen mucho tiempo. Pronto llegan a un dique, en el que los está esperando la señora Castora, quien les prepara una rica comida. Luego el Castor les dice que probablemente el señor Tumnus este convertido en piedra para esos instantes, y que no hay nada que ellos puedan hacer.
Además les cuenta que Aslan está cerca, y que existe una profecía que dice que cuando Aslan llegue,
...