Cronicas De Narnia
Enviado por alitadreams • 23 de Septiembre de 2014 • 1.504 Palabras (7 Páginas) • 290 Visitas
LAS CRÓNICAS DE NARNIA: EL LEÓN, LA BRUJA Y EL ROPERO
Resumen del libro
Cuando se efectuaba la segunda guerra mundial, cuatro niños, Lucía, Edmundo, Pedro y Susana, son enviados a la inmensa casa de un viejo profesor, la cual ni siquiera el profesor conocía completamente.
Lucía jugaba con sus hermanos a las escondidas cuando se encontró con una habitación que tenía un tosco y viejo ropero, el cual estaba lleno de abrigos de piel. Ella entró al ropero para esconderse de sus hermanos y si darse cuenta encontró la puerta al mundo de Narnia.
Al entrar sintió frío y que algo la rozaba, entonces vio una luz y se acercó a ella, en su camino se encuentra con un Fauno, comenzaron a hablar le contó que siempre era invierno pero nunca Navidad en Narnia, por que gobernaba una bruja que era mala. El la invitó a su casa y siguieron conversando, cuando el fauno le dijo también que él trabajaba para la bruja, pero no quería atraparla, ya que había visto que era una buena persona. Así la dejó escapar, aunque sabía que sería condenado por la bruja a ser convertido en piedra para toda la eternidad. Lucía entró en el ropero, y al salir fue a buscar de inmediato a sus hermanos y les comento que había estado por lo menos una hora en Narnia lo que sus hermanos le contradijeron sobre que había transcurrido tan solo un minuto y hasta se metieron dentro del ropero pero no vieron nada. Sus hermanos la creyeron loca y hablaron con el viejo profesor, el cual les dijo que habían dos posibilidades: Que estuviera loca, o que dijera la verdad. Los siguientes días no llovió, pero Lucía no participo de los diferentes juegos de sus hermanos, los que la notaron desanimada y ausente. Un día en que llovió Edmundo no se pudo resistir el comprobar que su hermana estaba equivocada o en lo cierto y se adentró en el ropero. Al salir sintió frío y al salir del bosque vio un trineo en el que viajaba la bruja, la cual paro y lo invitó a comer en ese mismo lugar. Dejó caer una gota de una poción y salió una sustancia en una taza, la sustancia le resulto confortable. La bruja prometió hacer de Edmundo un príncipe cuando trajera a sus hermanos, pero Edmundo no sabía que la bruja era malvada y que no cumpliría su promesa mientras regresaba se encontró con Lucia. Después Edmundo regreso junto con Lucia les fueron a contar a sus hermanos pero en el último segundo Edmundo lo negó todo dejando en ridículo a su hermana.
Esta casa era objeto de misterio para los lugareños, por lo que la señora Macready, la ama de llaves, era la guía de los recorridos que los turistas le pedían a su dueño, en fin, esta casa era un centro turístico.
Cierto día, la señora Macready estaba haciendo el recorrido y los cuatro niños de escondieron justo en la habitación en la que estaba el ropero, a ella no le gustaba que la interrumpieran y tampoco le gustaban los niños, se metieron en el ropero, sintieron frío.
Al llegar, vieron el mismo farol y un pájaro que los miraba desde una rama de árbol, de pronto salto a otra rama y los niños lo siguieron y a otra, y a otra y así sucesivamente hasta que se encontraron perdidos y vieron detrás de un árbol a un castor, entablaron una conversación con él y los invito a su casa, allí comieron y hablaron sobre los peligros que corrían los habitantes de Narnia y su salvación, Aslan. En esos momentos no se dieron cuenta de que Edmundo salía y que después darse cuenta Edmundo estaba ya en castillo de la bruja contándole lo sucedido. La bruja partió con Edmundo hacia la mesa de piedra en el mismo momento en el que la señora castor y el señor castor.
Junto con los tres niños que quedaban tomaron el mismo rumbo. Con el tiempo llegaron a una vieja guarida, allí durmieron mientras que la bruja se percataba de que el terreno se iba deshielando eso significaba la llegada de Aslan, en ese momento se quedaron parados en el trineo tuvieron que seguir a pie, mientras que los niños y los castores recibían regalos de parte del mismísimo Santa Claus. Pedro recibió un escudo y una espada, Susana un arco, un carcaj con flechas y un cuerno de marfil para pedir ayuda y Lucía un pequeño puñal y una botella de diamante con una bebida revitalizante para sus amigos que estuvieran heridos, después se encaminaron a la mesa de piedra donde se encontrarían con Aslan. Allí
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