Resumen De La Celestina - Fernando De Rojas
Enviado por piipeofdarkness • 19 de Marzo de 2012 • 1.582 Palabras (7 Páginas) • 1.609 Visitas
Autor: Fernando de Rojas
Editorial: Cátedra Letras Hispánicas
Edición: Dorothy S. Severín
Lugar y año de edición: Madrid 1998
R E S U M E N
Calisto se quedó prendado cuando vio a Melibea en el jardín siguiendo a su halcón. Ella se fijó disimuladamente en él mientras él le decía cuanto la amaba pero fue en vano. Después de despedirse, Calisto regresó a su casa y se lo contó a su criado Sempronio. Éste dijo que las mujeres eran malas, que hicieron caer a grandes ciudades y personas y le harían volverse loco pero que la iba a tener porque conocía a una vieja barbuda llamada Celestina que se dedicaba a eso. A cambio, le daría un lindo y caro jubón de brocado que tanto le gustaba para él y cien monedas de oro para ella. Cuando llegó el criado a la casa de la alcahueta, enseguida fue a besar a su novia Elicia que estaba, no hacía mucho, en la cama con Crito. Le habla del asunto y preparan un plan para desvalijar al ignorante y enamorado de Calisto yendo rumbo a la casa de éste.
Cuando llegan, Pármeno les abre las puertas, malhumorado porque conocía a Celestina y a sus malos oficios ya que fue de pequeño su criado, pero enseguida maravillan a Calisto con las posibilidades de traer a Melibea, tenerla y amarla como siempre quiso. La vieja no se acuerda de Pármeno pero éste le hace recordar las cosas que hacían para sobrevivir. Para hacerlo callar, le habla de su madre que lo entregó de criado para poderlo cuidar. Se despiden teniendo ahora Celestina un buen negocio de donde sacar partido.
Debido a la tardanza de Celestina y por si no cumpliera su palabra, Calisto manda a Sempronio a confirmar el asunto. Cuando llega a la casa, le dice que cuando va a ir a la casa de Pleberio, el padre de Melibea, y como se van a librar de Pármeno. Ella le dice que le presentará a Areúsa y así será de los nuestros. Poco después la alcahueta va en esa dirección.
En la puerta de la casa, encontró a Lucrecia, criada de Pleberio, y con su mujer Alisa con quien habló diciéndoles que vino a vender hilado blanco. Como Alisa tenía que ir de visita a casa de su hermana, la dejó con su criada y con su hija Melibea. Intentando no levantar sospechas, le habla de los enfermos ricos y así salió el tema de la enfermedad de Calisto para que le rezara varias plegarias pero al oír el nombre del enfermo, Melibea dice que es una enemiga pero al final, por amor, se tranquilizó y prometió que iría a rezar por Calisto.
Cuando llegó a su casa, le esperaba Sempronio y ambos prosiguieron el camino hacia la casa de Calisto para contarle las nuevas. Éste queda maravillado porque está ciego de amor. Pármeno los escucha escondido y empieza a hablar contra ella. La vieja habla de los peligros que tuvo que pasar y le descubre todo lo negociado y un cordón de oro que le dio la joven que luego usará para hacer brujería. Como Pármeno piensa que es una arpía, ella le invita a la casa de su querida Areúsa, una prostituta o algo por el estilo. Celestina subió al dormitorio de ella dejando abajo a él que oye lo que hablan. Sabiendo esto la alcahueta, dice en voz alta que tiene los cuerpos bonitos y redondos para excitar a Pármeno. Le hace subir y los dos jóvenes hacen el amor durante toda la noche.
Por culpa de ese plan nocturno inoportuno, él llega tarde a la hacienda de su amo. En la puerta le espera su nuevo amigo Sempronio. Van a la recámara de Calisto que se está volviendo loco de amor: ya no sabe si es de noche o de día, si es martes o domingo. Sempronio habla de las trastadas que le va a hacer a su amo: si le trajeron un pollo, le dirán que ya se lo ha comido... Le preparan para que se vista y se va a oír misa. Ambos criados se dirigen a casa de la vieja para comer y mientras comen, Elicia y Sempronio se pelean. Celestina pide que se estén quietos pero Elicia no quiere. Inoportunamente, Lucrecia arriba y pide a la alcahueta que vaya corriendo a ver a Melibea que quiere hablar con ella.
Tras muchas conversaciones entre la joven y ella, Melibea descubre su amor por Calisto. Poco tiempo después, llega Alisa y “obliga” a Celestina a marcharse. La madre de Melibea le pregunta la venida de la barbuda, ella, para defenderla, dice que fue a vender hilado. Mientras tanto, la vieja va a casa de Calisto pero se lo encuentra por el camino con sus criados y conversan sobre el asunto de su amada, que le deja ir todos los días a medianoche, hasta que se separan
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