Resumen De Tres Capítulos De El Regreso De Plinio El Mesías
Enviado por Marquez123mateo • 7 de Mayo de 2015 • 1.239 Palabras (5 Páginas) • 323 Visitas
Resumen 83-116
Entre villanos, devotos y delincuentes
El mesías fue visto en El Pinar. Era devoto de la virgen del pueblo. Era el día de las fiestas patronales, las cuales se iban a prolongar por diez días. En el centro de la celebración estaba la veneración a la Virgen Nuestra Señora de los Milagros.
Ahí se escondía el hombre más buscado por el ejército. A pesar de los avisos, los actos de las patronales continuaron. Cientos de hombres armados andaban en todo el país buscando a ese peligroso fanático de la fe.
Cuando las tropas entraban al pueblo las fiestas patronales apenas comenzaban. Cuando todos los habitantes estaban en la iglesia escuchando la misa los soldados entraron en búsqueda del fugitivo. El fugitivo pudo estar entre los felices pero nada lo distinguía de los moradores del paraje, porque esa era precisamente su estrategia.
Finalmente el verdadero Mesías no apareció entre los parroquianos, los cuales se quedaron con ganas de bailar y beber. No entendía porque le dañaron su fiesta y mucho menos la obsesión del gobierno con el Mesías. El gobierno le puso precio a su cabeza, cinco mil pesos, pero luego se dijo que ese dinero no era suficiente para comprar la moral de los muchos que sin duda lo habían escondido. Y se aumento la partida a diez mil.
De repente las apuestas se caían y había gente que perdía dinero y paciencia. Entonces se justificaban en su derrota, narrando como milagrosamente el hombre salió ileso y airoso de un encuentro moral con el ejército. Era fortaleza física o brujería sureña.
A veces lo veían en Cotuí, en Azua y en Mao a la misma hora. Lo más frustrante y desconcertante era esta confesión “No es posible reconocerlo”. Hasta se llegaba a simular su arresto y a apresar públicamente objetos que supuestamente le pertenecían.
Se supo que viajo de Azua a la capital en un camión de carbón, vestido de carbonero. En la ciudad se quedaba en los sitios que la Policía menos sospechaba.
El acoso al que fue sometido era singular y exagerado. Comparado solo con las persecuciones de siglos atrás.
El hombre Impredecible
Historia que celebraba como algo milagroso el hecho de que héroe de Palma Sola salió con vida de la masacre. Pues, la muerte, el asesinato, era lo normal. Historia que tenía entre sus páginas el hecho heroicamente horripilante de la excepción en su caso y el cumplimiento de la regla en todo lo demás.
El fugitivo había proclamado “primero muerto antes que apresando”. Pero entonces se le puso precio a su cabeza. Hasta su resonante regreso armado de salves desafiantes, el heredero de Liborio se ausento de la faz pública.
Los interrogatorios iban y venían en torno a la misma pregunta “¿y en cuanto a la muerte del general usted que sabe?”. Hasta que apareció el delator que comprometió todo, denunciando la conspiración y las atrocidades que se celebraban en el lugar.
Eran los antecedentes que manejaban ambos tenientes. Su pregunta seguía siendo para entonces, quien es el fugitivo que anda suelto. El hombre que se burlo del ejército vestido de oficial. Había que sospechar de todo el mundo.
El Mesías no podía dormir. Sus persecutores se entretenían hostigándolo para mantenerlo en zozobra hasta que cayera muerto, o lo declararan demente. Todos sabían que nunca dormía, al menos no como duermen las personas normales.
Tenía que vivir escuchando la radio para seguir el movimiento del enemigo. Se decía que andaba en zancos y que caminaba más rápido que un tren. Era que no se explicaban como estando en un lugar lo reportaban en otro. Cuando pensaban que él estaba en el campo, estaba en la ciudad.
En la capital se transportaba en carros distintos, se alojaba, a veces, en la Universidad. En la UASD poca gente lo sabía. Había también muchos chivatos entre los estudiantes
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