Resumen Pedro Urdemales

1) Una verdad del porte de un cerro: Una vez un pueblerino, al ver a Pedro de chupalla, pantalón arremangado y ojotas, quiso reírse del huaso. Y le preguntó ¿en cuántas camionadas cree usted que me puedo llevar ese cerro a la ciudad?.

Pedro lo miro y le dijo, depende del porte de su camión: si es del porte de la mitad del cerro en 2 camionadas, pero si se consigue uno grande del porte del cerro, se lo podrá llevar en una.

2) La apuesta con un campeón

Una vez Pedro recogió en una fría mañana a un gorrión que estaba congelado, y se lo puso en el bolsillo.

Caminando por la ciudad se entretuvo mirando a un deportista que practicaba el lanzamiento de la bala. El atleta quiso hacerle una broma, y le aposto que si lanzaba una piedra más lejos que lo que él lanzaba la bala, lo invitaría una parrillada al restaurante del frente.

El atleta lanzó una gastada pelota de tenis muy lejos. Pedro se agacho y hizo como que recogía una piedra, pero lanzó al gorrión, el cual ya sin frío salio volando frente al asombro del atleta, quien tuvo que pagarle la apuesta.

3) Las tres flores:

En el fundo “Las tres Flores” había tres hermosas jóvenes: Rosa, Margarita y Jazmín.

Pedro había apostado en pueblo, que para la inauguración de las ramadas iría acompañado de las 3 jóvenes. Y un agricultor le apostó un caballo ensillado si ganada, y si perdía Pedro debería cosechar solo y sin paga una cuadra de trigo.

El día de la inauguración, el dueño del fundo y Pedro subieron un cerro para arreglar un derrumbe de un canal. Al verlo tan arreglado, lo mando de vuelta a la casa, para que le dijera a Ruperto que le llevar la “Las tres” palas.

Pedro al llegar a la casa, le dijo a las tres jóvenes que su padre le había pedido que las llevara a las ramadas. Ellas no le creían, por lo cual Pedro le grito a su padre “llevo las tres” y el dijo si y apúrate.

Las niñas salieron con Pedro rumbo a las ramadas.

10) El huevo de yegua:

Le pasa a un gringo de las grandes ciudades del mundo. Este se cruza en un cerro con Pedro Urdemales, quien llevaba un zapallo en hombro. El gringo le pregunta que es, y cuánto vale. Urdemales le dice que es un huevo de yegua y que cuesta 100 dólares. El gringo se lo compra, y luego se le cae el zapallo, el cual romperse despierta a una liebre que sale corriendo. El gringo grita atrapen a mi potrilla.

11) El sombrerito buen pagador

Un día Pedro Urdemales pasa por una zapatería y se compró un par de zapatos, y le dijo que mañana pasaría a buscarlos. Luego se fue a un restaurante pago una parrillada, y dijo que mañana pasaría a comérsela.

Al otro día invitó a 3 señores a comerse una parrillada, pero antes pasaron por la zapateria. Ahí le pasaron sus zapatos, y él acariciando su extraño sombrero dijo “ahora paga tu sombrerito buen pagador”. Va a la caja y pregunta

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