Sainete Solución taller
Enviado por Angie De la Espriella • 17 de Abril de 2017 • Apuntes • 1.252 Palabras (6 Páginas) • 211 Visitas
Solución taller
- El auto concepto atraviesa por un cambio importante; la autodefinición cambia de las representaciones individuales a los mapeos representacionales, y la cultura afecta la autodefinición. Los niños pequeños no diferencian entre el yo real y el yo ideal. El autoestima tiende a ser global y poco realista y refleja siempre la aprobación de los padres, cuidador o familiares; las emociones dirigidas al yo y de las emociones simultáneas se desarrolla de modo gradual. La iniciativa equilibra el impulso por alcanzar metas con las reservas morales que pueden impedir llevarlas a cabo.
- Conciencia desarrollada en la temprana infancia de que uno es varón o mujer; la principal diferencia seria que los varones son más agresivos y las niñas tienen a ser más más empáticas, pro social y menos propenso a los problemas de conducta. Los estereotipos generalizan el comportamiento del rol femenino y masculino, los niños pueden adoptar las características, actitudes y comportamiento del progenitor del mismo sexo, también pueden aprender roles de género mediante la socialización, la influencia de los familiares, la de los padres, compañeros, medios de comunicación y la influencia de la cultura en la que están.
- El juego se vuelve más social durante esta etapa ya que los niños prefieren jugar con los niños de mismo género (generalmente), lo cambios de juego reflejan un desarrollo cognitivo y social, además tienen beneficios físicos, cognitivos y psicosociales. Según Smilansky, los niños progresan en sentido cognitivo del juego funcional al constructivo, luego al juego dramático y finalmente a los juegos formales con reglas. El juego dramático se vuelve más común durante la segunda infancia y ayuda a los niños a desarrollar habilidades sociales y cognitivas. Los niños prefieren jugar con niños de su mismo sexo, aunque puede haber una excepción en cada género y pueden jugar niños y niñas al mismo tiempo, aunque los aspectos cognitivos y sociales del juego tienen influencia en los ambientes culturales apropiados que dan los adultos al momento de criar a los niños.
- Algunas prácticas de crianza infantil ayudan a direccionar el comportamiento deseado en el niño, por ejemplo la disciplina que refuerza y el poco uso de la fuerza física por parte de los padres o cuidadores. En contraste hay otras prácticas que en lugar de ayudar a educar al niño lo que hacen es dañarlo en varios aspectos, uno de ellos sería la agresión física y psicológica que marcan profundamente el comportamientos posterior del niño. La agresión psicológica hace referencia a los ataques verbales que recibe el niño por parte de los adultos con los que convive: padres en familias nucleares, familiares en familias extendidas o cuidadores en jardines. Además, muchas familias implementan métodos bruscos con los niños buscando su obediencia. Las familias con afirmación de poder buscan desalentar ciertos comportamientos que no son deseables o considerados correctos dentro del entorno familiar por medio de la imposición de control, ya sea por medios físicos o verbales, y como consecuencia el niño genera temores y resentimientos hacia sus padres y el deseo de escapar. Las técnicas inductivas son diseñadas para proporcionar los comportamientos en los niños que se quieren conservar por medio de la razón y la justicia del niño, igualmente para hacerlo caer en cuenta de su error y generar en él conciencia del deber. El retiro del afecto implica estrategias como ignorar al niño para que de una forma manipulativa haga lo que se quiera. Según Diana Baumrind, cada estilo de crianza infantil es diferente en contexto. Hay padres autoritativos que educan hijos sumisos y conformes con métodos regidos y opresivos, lo que conlleva a que sean niños desapegados, descontentos, retraídos y desconfiados. Los niños con padres permisivos son muy valorados porque son autos expresivos y autorregulados pero los padres tienden a ser inmaduros e inseguros. El balance ideal lo tienen los padres con modelo autoritario puesto que conservan el balance entre la autoridad y el amor. No abusan del “si” o el “no” y son claros con sus reglas y con lo que se espera de sus hijos. Los niños desarrollan su inteligencia a medida que van creciendo y entendiendo la función del mundo y su alrededor por lo cual crecen más seguros y desarrollan ampliamente la autoeficacia y autoestima.
- Los niños pequeños tienden a ayudar a pares con los que sienten empatía y a los que consideran sus amigos, por los que sienten afecto y aprobación. Todo lo contrario sucede con los niños que buscan lastimar a los otros para alcanzar un fin específico. En la segunda infancia los niños generalmente pelean por juguetes o por su territorio. En contraste, los niños que pelean más son más sociales y competentes, ya que desarrollan desde temprano edad el instinto Darwinista de selección natural y esto los hace más aptos. Se considera que los niños deben pasar por la agresión instrumental para avanzar al desarrollo psicosocial. La agresión es una excepción a la generación de que los niños y niñas tienen más semejanzas que diferencias, los niños son más agresivos y están predispuestos a ello, son más abiertos y violentos en lo que respecta a agredir a otro niño; repudian a niños con comportamientos de niñas. Las niñas son más agresivas verbalmente pero tienden a ejercer presión social respecto a niñas diferentes. Son más tranquilas y más propensas a escuchar razones.
Temor: los niños tienen temores pasajeros en la segunda infancia. Le temen a animales o a la oscuridad, pero lo pierden a medida que crean y entienden de una manera más amplia el mundo, además tienen a confundir la vida real con la de la fantasía; también puede derivarse de experiencias propias o de otras personas. Los padres pueden ayudar a sus hijos temerosos a infundirles la sensación de confianza y precaución normal son ser sobreprotectores y ayudar a superar los temores irreales. Las técnicas de “desensibilización sistemática” es una opción terapéutica en la que el niño es expuesto de manera gradual y agresiva al objeto o situación temida. Es muy recomendad para ayudar a los niños a superar temores pequeños hasta temores de mayor intensidad.
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