Siervo Sin Tierra

Esta historia habla de Siervo, un campesino indígena, pobre e ignorante. El relato se vive entre los departamentos de Boyacá y Santander. Este va a prestar el servicio militar y al regresar a su tierra se entera que Sierva Joya, su madre, ha muerto. Un día, la comadre Chava le dice que se vaya a vivir con una mujer llamada Transito, quien fue la compañera de Ceferino, un delincuente que al escapar de la cárcel fue asesinado. Ella queda sola con un bebe y Siervo decide irse a vivir con ella para ayudarla. Empieza a buscar cómo sobrevivir y tiene que sembrar maíz en su parcela y trabajar en un trapiche vecino para pagar el arriendo, a la vez que tiene que sufrir las humillaciones, los maltratos, las injusticias de los que gobiernan. Tránsito fue de mucha ayuda para Siervo. A los dos años de vivir juntos se casaron y bautizaron al pequeño bebe como Olaya Cetina. El sueño de Siervo siempre había sido comprar aquel parchecito donde siempre había vivido y llamarlo “El bosque” para sembrar libremente allí su maíz y así subsistir, pero por ser pobres no les prestaban dinero y a los terratenientes no les convenía vender sus terrenos porque si lo hacían no tenían quien trabajara para ellos.

Un Diciembre viajan a Chiquinquirá, y, en una misa, el pequeño Olaya muere de asfixia. Transito queda embarazada y da a luz a un niño llamado José Sacramento. En el pueblo de Soatá Siervo mata al godo Atanasio .Es llevado a la cárcel de Santa Rosa de Viterbo y no logra salir de allí. Transito va a visitarlo y le cuenta que es padre de una nueva niña a la que llaman Francolina. Una mañana en la cárcel se enteran de la muerte del caudillo Jorge Eliecer Gaitán, y todos los presos, entre ellos Siervo, se escapan de la cárcel. El se va a su rancho, al llegar se entera que Sacramento se fue de la casa, ve a Francolina muy grande y a otra nueva criatura a quien mira un poco mal. Va a que le presten plata y a ver si don Ramírez le vende la tierra

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