TRABAJEMOS CON AMOR POR VENEZUELA

Trabajemos con Amor por Venezuela

Muchas veces esperamos que el mundo cambie solo, otras muchas; creemos que nuestro éxito “o suerte” depende de los demás. Al respecto, Antoine de Saint-Exupéry dejó correr la tinta y así, dejó plasmar en la literatura este hermoso pensamiento el cual cito: “Sólo se puede ver correctamente con el corazón; lo esencial permanece invisible para el ojo”. De aquí podemos partir para comprender cómo trabajar por el bienestar de nuestro país, hoy sumergido en un torbellino de sinsabores.

Tal vez, estamos inamovibles porque, anclados al conformismo, gritamos con las vísceras, esperando que el ímpetu de alguien más nos salve. Hagamos como Raquel Tirado:

“Me hago sorda a las voces que me dicen,

Eres esto, eres aquello;

SOY LA QUE SOY”.

Por ello… ¡Despertemos y trabajemos por Venezuela!

Entendemos que la situación que actualmente se vive, no se muestra alentadora, sin embargo, buscar culpables no es la opción de Sócrates. Podemos en otra línea, apostar a una reconciliación, libre de engaños, ataduras, indolencias.

Es muy posible pensar que estamos ante un sueño platónico, no obstante, la conciencia y el valor son más elementales que la indiferencia. Con esto obviamente se eleva la participación con propiedad del hombre, de la dama, del joven, del soñador, en fin; de todos venezolanos que amamos esta patria con nombre de mujer. Cristóbal Santander dijo un día: “Vivimos en un país que entre múltiples opciones, nos quiere regalar la felicidad”. En atención a este sentir, es momento de acelerar las fuerzas, usar la razón y mover el corazón. Venezuela necesita otra vez de héroes más no, de destructores que sólo piensan en sus intereses.  

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