Tema del amor en la Celestina
Enviado por sofiabr • 17 de Abril de 2023 • Documentos de Investigación • 547 Palabras (3 Páginas) • 64 Visitas
LA CELESTINA
EL AMOR
El tratamiento del amor en la obra de Fernando de Rojas se aborda desde distintos puntos de vista, los cuales pueden agruparse en tres formas: negocio, enfermedad y pasión.
La primera viene notoriamente marcada por las actuaciones de una de las mujeres más sobresalientes de la obra, esta es, Celestina. Los actos que lleva a cabo en su oficio como alcahueta no se rigen por la caridad o la compasión de los enamorados, sino más bien por el máximo beneficio económico que de ellos pueda llegar a obtener. Esta interpretación del amor abunda especialmente en toda la extensión del primer acto, así como en el segundo (donde Celestina exige un pago de sus servicios por adelantado), e innegablemente a lo largo de toda la obra.
Por otra parte, el tratamiento del amor como enfermedad se halla explícitamente representado en la relación de Calisto y Melibea. Desde un primer momento, Calisto se enamora desmesuradamente de Melibea (acto I), creándose pues una idealización ferviente en la mente del joven. Al igual, aunque al principio Melibea se muestra reacia para aceptar el amor de Calisto, las palabras e insistencias de Celestina consiguen configurar una especie de sublimación de Calisto en la mente de Melibea que, tras conocerle (acto X), originan ese pensamiento obsesivo e idealizado que ambos sufren. Esta concepción del amor recibe el nombre de aegritudo amoris, tratándose de una especie de enfermedad que presenta una serie de síntomas muy constantes en la tradición literaria medieval: los pacientes enfermos de amor viven en un contínuo estado de pesimismo por la no correspondencia, padecen insomnio, falta de apetito e irritabilidad. Tales síntomas aparecen sufridos por Calisto durante el primer acto, alegando incluso la pérdida de la cordura: “¡O desventura, o súbito mal! ¿Quál fue tan contrario acontescimiento que ansí tan presto robó el alegría deste hombre, y lo que peor es, junto con ella el seso?”.
En lo que a las escenas de amor pasional respecta, estas están mayormente protagonizadas por los criados, tanto de Calisto como de Celestina. Sempronio y Pármeno viven una relación con Elicia y Areusa basada única y exclusivamente en el deseo sexual y la satisfacción del mismo. Y es que, ellos ignoran por completo los engaños e infidelidades que ellas, como prostitutas, llevan a cabo; con tal de conservar la relación que mantienen. Buen ejemplo es el momento en el que Elicia esconde apresuradamente a Crito, uno de sus amantes, con la repentina llegada de Sempronio (acto I).
En definitiva, aunque uno de los principales temas de la obra es la consolidación de la relación amorosa entre Calisto y Melibea, el amor puro y sincero no es el que verdaderamente encabeza el escrito. Las relaciones se encuentran más bien motivadas por fines secundarios e incluso irreales, fruto de la primacía del propio beneficio y de la excesiva idealización.
Se ha de concluir pues que la actitud de los personajes nos es presentada como una parodia del propio código amoroso, aquel basado en el respeto, la paciencia y la minuciosidad. Y es que, desde un primer momento, Calisto rebasa los límites de la moral cristiana de la época y los estándares del amor cortesano, poniendo en práctica una forma de amar más bien irreflexiva y temeraria que, ampliamente, marcará la obra de principio a fin.
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