Temática de Luciel 2018

Trabajo propio para un intento de cuento corto.

En tiempos como los actuales los deltas siguen siendo las razas más desagradables para la gente, viéndose como toda una vergüenza y deshorra su simple existencia, sin embargo mayormente son confundidos por betas por su falta de aroma e instintos, además de que se vuelven incapaces de sacar su forma animal. Normalmente si un alfa reconoce a un delta en medio de la calle tendría todo el derecho de golpearlo o matarlo, porque lastimosamente no existen leyes para aquellos cuyo propio lobo les ha abandonado por vergüenza.

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Para sus dieciséis años, Luciel se había presentado como un alfa de buen rango, era relativamente popular entre omegas e incluso betas, tenía aspiraciones hacia el mundo del entretenimiento y el arte musical, por lo cual desde baja edad había empezado a ir a clases de danza y canto, haciendo batallas underground de vez en cuando bajo el nombre HOPELESS.

Todo parecía ir bastante bien de no ser porque  a sus 18 años en su vida como alfa tuvo la desgracia de caer en las garras de los malos vicios, drogas y malas compañías que no le ayudaban en mucho, terminando en las garras de narcotraficantes de Corea del Norte por deudas.

Aquel día lo recordaría perfectamente, el día de su cumpleaños en medio de la madrugada iba camino a casa luego de haber celebrado con sus amigos de secundaria que también hacían underground, cumplir dieciocho años para él tan solo significaba el poder tomar y comprar sin restricciones, y vaya que aquella noche había disfrutado de eso, sin embargo ni siquiera pudo salir del callejón en donde se hacían las batallas de danza para cuando ya fue tomado a la fuerza por dos altos alfas y se terminó viendo a si mismo atado y amordazado dentro de aquella camioneta, siendo toqueteado por otros alfas mientras se dirigían a quien sabe donde.

"ーDios perdoname." se repetía a sí mismo una y otra vez, ni siquiera era creyente pero las lágrimas en sus ojos y el increíble asco de ser manoseado eran suficientes. En ese momento se arrepintió de todo y le pidió, a quien sea quien se proclamaba dios o bigbang en aquel mundo, le perdonase.

Siendo alfa, no servía de mucho para aquellos narcotraficantes a quienes les debía dinero, sin embargo aún así lo vendieron al público como una gran mascota exótica como "el alfa sumiso", siendo utilizado para la prostitución a millonarios tanto alfas y omegas sin importar mucho, era obligado a hacer de todo aquello, terminando molido a golpes y cubierto de semen. En aquel punto ya había perdido noción del tiempo, estando en una celda llena de humedad y moo, comiendo sobras una vez al día con costos, siendo molido a golpes si hablaba, su lobo interior aullaba y lloraba dentro suyo constantemente por la vergüenza que aquello le causa a como alfa, pero ya ni siquiera le importaba.

Poco tiempo después, el líder de aquellos narcotraficantes, al verlo tan vacío y perfecto para usar, lo vendieron a un alfa líder, quien no tardó en hacerle atrocidades y clavarle aquella mordida en el cuello que tan solo terminó por arruinarle; aquella marca la cual terminó de humillar a su lobo y siendo así mismo convertido en la vergüenza de la raza; un delta.

Su lobo interior ya no aullaba, ya no rugia, y ni siquiera podía sentirlo, simplemente Luciel ya no hablaba, no se movía y no comía, la depresión se que su propio lobo le haya abandonado le fue consumiendo y ya ni siquiera lloraba cuando era abierto de piernas en el sótano de aquella mansión.

Pasó poco más de un año, un año en donde su cuerpo terminó convirtiéndose en no más que sólo un saco de piel,

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