Trabajo para hacer en casa
Enviado por lolman123 • 3 de Diciembre de 2014 • Informe • 816 Palabras (4 Páginas) • 180 Visitas
Trabajo para hacer en casa
1) Buscar 2 textos y a cada uno de ellos aplicarles omisión, selección y generalización
2) De los textos trabajados en el punto anterior sacar 4 ejemplos de expresiones donde se usen conjunciones, sustantivos, preposiciones y adjetivos, son 4 ejemplos de cada uno
3) Escribir las palabras que son indicadores de argumentos y registrar 2 ejemplos de argumentos
4) Selección un tema de lenguaje y redactar un texto expositivo
NOTA/ Repasar todo lo visto para evaluación y traer la anterior actividad
1) La liebre y la tortuga
En el mundo de los animales vivía una liebre muy orgullosa y vanidosa que se jactaba de el ante la lentitud de la tortuga
- ¡Eh, tortuga, no corras tanto que nunca vas llegar a tu meta!
Un día, a la tortuga se le ocurrió hacerle una inusual apuesta
- Estoy segura de poder ganarte en una carrera
- ¿A mí? Preguntó asombrada la liebre
- Sí, a ti, dijo la tortuga. Pongamos nuestras apuestas y veamos quién gana
La liebre muy ufana, aceptó. Todos los animales se reunieron para presenciar la carrera. El búho señaló los puntos de partida y de llegada y sin más preámbulos comenzó la carrera
Confiada la liebre dejo coger ventaja a la tortuga y se quedó haciendo burla de ella. Luego, empezó a correr velozmente y sobrepasó a la tortuga que caminaba despacio, pero sin parar.
Solo se detuvo a la mitad del camino, en donde se dispuso a descansar antas de concluir la carrera. Se quedó dormida, mientras que la tortuga siguió caminado paso tras paso, lentamente, pero sin detenerse.
Cuando la liebre se despertó, vio que la tortuga se encontraba a una corta distancia de la meta. Salió corriendo con todas sus fuerzas, pero ya era muy tarde ¡La tortuga había ganado la carrera!
Ese día la liebre aprendió, que no hay que burlarse jamás de los demás. También aprendió que el exceso de confianza es un obstáculo para alcanzar nuestros objetivos
El niño y los clavos
Había un niño que tenía muy mal carácter. Un día, su padre le dio una bolsa con clavos y le dijo que cada vez que perdiera la calma, que él clavase un clavo en la cerca de detrás de la casa.
El primer día, el niño clavó 37 clavos en la cerca. Al día siguiente, menos, y así con los días. Él niño se daba cuenta que era más fácil controlar su genio y su mal carácter.
Finalmente llegó el día en que el niño no perdió la calma y se lo dijo a su padre que no tenía que clavar ni un clavo en la cerca. Él había conseguido, controlar su mal temperamento.
Su padre, muy contento y satisfecho, sugirió entonces a su hijo que por cada día que controlase su carácter, que sacase un clavo.
Los días se pasaron y el niño pudo finalmente decir a su padre que ya había sacado todos los clavos de la cerca. Entonces el padre
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