Tus Nalgas
Enviado por yademar • 9 de Abril de 2012 • 437 Palabras (2 Páginas) • 555 Visitas
dinamizadora, integradora y educable de la persona que son. Hay al menos
cinco malentendidos (Darder y Buch, 2006: 68-69):
1. El primero tiene que ver con una acepción muy habitual en el empleo diario
del término: el significado de emoción no se reduce al de la expresión
`emocionarse´. Es mucho más amplio que éste; cuando tenemos miedo o estamos
enfadados, por ejemplo, también estamos `emocionados´.
2. Un segundo malentendido hace referencia a su duración, naturaleza y
magnitud: las emociones no se reducen a una serie de estados puntuales
agudos, con un principio y un final claramente delimitados, que sobrevienen
inesperadamente y desencadenan una serie de reacciones incontroladas o
impulsivas. Es cierto que hay un grupo de emociones, las denominadas básicas
o primarias (alegría, interés, ira, miedo, pánico, tristeza, disgusto, etc.), que
pueden presentarse y se presentan a menudo bajo estos parámetros, pero la
vivencia emocional en su conjunto tiene un carácter persistente y sostenido,
impregna a la persona de una tonalidad afectiva, le imprime un talante singular
y configura una forma de estar en el mundo. Desde el momento que somos
seres en proceso de relación constante con el mundo externo e interno.
3. El tercer malentendido alude a la connotación negativa que con frecuencia
se da a las emociones: se describe a las personas como demasiado emocionales o
se dice que necesitan controlar sus emociones. Las emociones no son estados
absolutamente irracionales de los que tenemos que librarnos o perturbaciones
contra las que tenemos que prevenirnos. Las emociones sin la razón pueden
cometer tremendos disparates, pero la razón sin las emociones también.
4. El cuarto contempla una vertiente o dimensión social, en un doble sentido.
Por una parte, cuando hablamos de emociones no nos estamos refiriendo a
sacudir fuertemente los ánimos o provocar impactos emocionales fuertes en las
personas. Por otra, las emociones no tienen un carácter exclusivamente
individual, sino que la mayor parte de nuestras emociones tienen su origen en
las relaciones que establecemos con otras personas y en la familia, tradición y
cultura a la que pertenecemos.
5. El quinto y último malentendido tiene que ver con la dimensión expresiva
de las emociones. No hay que confundir expresar las emociones con dejarnos
llevar por ellas. No se trata de liberarlas de cualquier forma, sin ningún tipo de
medida o contención, sino de tomar conciencia de ellas, guiarlas y orientarlas
con la ayuda de la razón, y adquirir nuevos recursos y competencias personales
para aprender a expresarlas oportunamente.
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