Túnel con cuervos (Ernesto Sábato y Vicent Van Gogh)

Patricio Santisteban Villarreal - A01720453- Grupo 404

Túnel con cuervos

Sal de tu túnel, y observa a los cuervos que te rodean, socializa con el prójimo. El cuento nombrado El túnel de Ernesto Sábato, tanto como la pintura Trigal con cuervos de Vincent van Gogh denotan la introversión humana. En este par de obras se logra entender como la persona promedio no sale de su caja, de su mente cuadrada; la sociedad no logra explorar ni disfrutar de esta vida llena de posibilidades, es así como por si mismos se encierran en su túnel. Una comunidad esta conformada por varios individuos, y en ellas, varios construyen sus propias paredes, con esto aumentando su egocentricidad y queriendo seguir caminando por su túnel. Y aunque logren ver afuera de su túnel, creen que todos van en su túnel, y que estan más seguros dentro, convirtiéndose en gente introvertida, que a través de los años reduce el nivel de convivencia.

En el óleo sobre lienzo de Trigal con cuervos lo primero que el espectador observa es el camino pasando por el centro de un trigal. Alrededor y encima de este pasadizo vuelan cuervos negros, creando un evidente contraste entre el negro y el amarillo de lo que parecen ser maizales. Esto es exactamente como se lleva a cabo en los movimientos Post-Impresionista y Expresionista del que Van Gogh fue pionero. El cielo en tono obscuro, parece estar cerca del ocaso e incrementa la sensación de aislamiento al mirar el camino central. En ninguna parte de el cuadro puede uno observar figuras geométricas bien marcadas, ya que el brochazo utilizado por Van Gogh en sus últimas semanas de vida era exclusivamente el Post-Impresionista. Este rumbo en el medio, cuál creería yo que muestra la recta final vital de Van Gogh, es comparable con el túnel sobre el cual Juan Pablo Castel transita toda su vida. Dicha senda entre los trigales es conformada mayormente por tierra, pero en sus extremos subsiste pasto verde. Tal pasto verde son como los muros transparentes del túnel de Castel, donde parece ser que es bello lo que hay alrededor, creando la ilusión y el olvido de que ya no esta uno atrapado en la vereda. Pero al ver más allá, te das cuenta de que sigues rodeado por los trigales, formando paredes y puedes observar como los cuervos negros vuelan libres en el cielo, el cielo que es el mundo. Es así lo que le ocurre a Castel, cuando observa a María a través de un segmento obscuro de su túnel, “Al mundo sin límites de los que no viven en túneles; y quizá se había acercado por curiosidad a una de mis extrañas ventanas y había entrevisto el espectáculo de mi insalvable soledad, o le había intrigado el lenguaje mudo, la clave de mi cuadro.” (cap .XXXVI). No es más que una ilusión de libertad, donde se siente libre por un momento.

En El túnel de Sábato, el mismo Juan Pablo Castel es mostrado como una persona introvertida, con dificultades para convivir y socializar, similar a lo que Van Gogh pudo haber sufrido en sus últimos días. Castel intenta conectar con María Iribarne, haciéndolo de una manera anormal en la que ella llega a sentirse incómoda y hasta atacada. Tal suceso es ocasionado porqué Castel no salía de sus límites, de su túnel; él quería traer a María con él adentro del túnel. “Y en uno de esos trozos transparentes del muro de piedra yo había visto a esta muchacha y había creído ingenuamente que venía por otro túnel paralelo al mío, cuando en realidad pertenecía al ancho mundo.” (cap. XXVI). Castel era cegado por sus propias intenciones y creencias, confiando en que María Iribarne venía junto a él en su propio túnel, y al final de él lograrían estar juntos. Pero María no era más que un cuervo de los miles que en ocasiones volaban cerca del camino en el trigal, el camino en el que Juan Pablo Castel se acorralaba propiamente.

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