Una Peqeña Riseña

“Un buen susto”

Eso de las 3 de la madrugada en un pueblito llamado Ticuman del municipio de tlaltizapan, caminaba mi viejo de regreso a casa, llego todo pálido pues decía que lo habían asustado.

Según él me conto cuando paso por la parte de un lugar conocido que se llama el ojito de agua, el lugar estaba solo y las casas con las luces apagadas solamente las lámparas, empezó a sentir que se le enchinaba el cuero y que escucho el llanto de una mujer que estaba llorando, el volteo para atrás a ver si no lo seguía, pero no vio nada volteo para la parte de donde se encuentra el ojito de agua, y vio a una mujer de espaldas sentada en una piedra debajo de un árbol, vestida de blanco, con el cabello largo y negro, él sin saber nada le grito para ver si podía ayudarla en algo pero no, ella no volteó, como no le hacía caso el empezó a caminar, sentía que lo seguían así que volteo, se dio cuenta que la mujer lo seguía con la cabeza agachada, el en seguida distinguió que aquella mujer que lo seguía era la mismísima llorona, al ver esto él sintió que no se podía mover, empezó a rezar una oración muy fuerte llamada la magnífica y desapareció, entonces camino hasta la casa y me platico todo lo que sucedió.

Esa misma noche oí ladridos de perros, de pronto escuche un ladrido de perro combinado con el maullido de un gato y al final el lamento de una mujer muy fuerte, mi esposo ya se había dormido y yo y mis niños estábamos acurrucados, solo comencé a rezar para que no pasara nada al ratito deje de oír el lamento y me dormí.

Buen susto se llevo, por eso no es bueno andar de noche en la calle y menos borracho.

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