Vikingos y dragones

Vikingos y Dragones

Capitulo I

El Inicio

Hace muchísimo tiempo hubo un mundo repletó de vida desde pequeños y minúsculos microorganismos a gigantes y majestuosos dragones que formaban parte de grandes maravillas.

Pero nuestra historia comienza con un chico algo flacucho que era muy inteligente y gracioso perteneciente a la raza de humanos más poderosa y majestuoso de ese mundo los Vikingos.

Eran fuertes, modesto y sobretodo los mejores para las guerra desde sus artefactos de batalla hasta sus batallones fuertemente entrenados para soportar el dolor y aspirar la sangre de sus enemigos.

El nombre da aquel chiquillo era Snow Bear

Hijo de Thunder Currents el basto rey de reyes y destructor de imperios y su madre era Phoenix madre de madres y la mejor chaman de los siete continentes.

Capitulo II

La Prueba

Ya hace algún tiempo el pequeño Snow Bear ya no era más un chico estaba a pocos pasos de convertirse en un hombre pero antes tenia que pasar por una prueba de sangre debía completar tres difíciles y peligrosas misiones.

Primero tenia que atravesar las islas flotantes del Racnar luego por consiguiente entrar a las fraguas de los Vikingos legendarios lugar en el cual debía obtener sus armas para su ultima prueba debía luchar y logra quitarle un diente a Morduc el dragón infernal representado como el mismísimo "Apóstol de la Destrucción" ante todo se el pequeño chico se sentía muy capaz de logra tan peligrosas misiones bueno y como de la noche a la mañana el chico se armo de valor y se puso en marcha en busca de su hombría.

Ya pasado un par de días el chico ya avía hecho las 2 primeras pruebas y por ultima pero no menos importante la batalla que lo marcaria como hombre y se ganaría su derecho a ser rey de vikingos

Capitulo III

La Ultima Misión

-E aquí gran dragón infernal preséntate ante yo te invoco Morduc.!!!

Luego como se hubiese estallado un volcán sonaban fuertes rugidos y pisadas que se hacían semejanzas a terremotos de categoría 3.0 se acercaba el devorador de mundos el asombroso Apóstol de la Destrucción Morduc.!!!

Ghaaar...ahhaa.. ghar

Luego se sientes una abrazadora y fuerte llama proveniente de la entrada de la cueva

Nuestro joven aventurero ya equipado con sus mejores esperanzas se abalanzo contra el enorme dragón de 20 metros de alberga dura

-Morduc.!!! Te destruiré

A dicho el chico con todas sus fuerza la batalla duro tres largas horas dejan un largo y desesperante aire de dolor y tristeza por todos aquello que se vieron envueltos en una batalla que no le incumbía los bastos bosques del norte encendidos en el fuego del enojado y fuerte dragón y luego como por arte de magia se a escuchado un fuerte rígido de dolor proveniente de Morduc avía sido alcanzado por el arma de nuestro héroe entonces el dragón todo herido y con sus ultimas fuerza logro abrir sus enormes alas y volar para entran es su enorme caverna.

El chico que pronto se volvería hombre se armo de ultimo poco valor que la quedaba a perseguido al enorme dragón encontrándolo en su caverna y donde se libraría la ultima batalla pero...

-ghar

Un pequeño y hermoso rugido de un pequeño dragón que lamia las heridas de su padre por un intento desesperado de curarlo pero sin algún resultado.Luego por cuestión de un ultimo intento por salvar a su pequeña cría el enorme dragón rugió y sin darse cuenta de que al hacer lo las estalladitas que se encontraban sobre ellos comenzaron a caer.

Nuestro joven héroe con pensamientos de culpa se puso a en marcha a destruir las grandes rocas filosas que se encontraban sobre la hermosa cria y su padre con movimientos agiles y certeros logro destruir todas y cada una de ellas.

Capitulo IV

Un Retorno Sin Gloria

Luego de haber luchado el chico ofreció disculpas al dragón curándolo el dragón que ya había luchado con muchos que alguna ves quisieron derrotarlo le entrego una parte de lo mas preciado por un dragón el oro haciendo le en entrega de una corona de oro bellamente armada con zafiros, diamantes y esmeraldas.Y como todo avía empezado el chico retorno de vuelta a su aldea embarcándose en un retorno sin gloria.

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