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Órdenes Implícitos y Explícitos: Variables Ocultas.


Enviado por   •  4 de Noviembre de 2014  •  Ensayo  •  1.399 Palabras (6 Páginas)  •  341 Visitas

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Órdenes Implícitos y Explícitos: Variables Ocultas.

David Bohm, antiguo colaborador de Einstein en Princeton, (éste dijo de aquél que sería quien llevara a cabo su frustrada búsqueda del Campo Unificado), plantea los conceptos de "Orden Implicado y Orden Explicado" para intentar abrir una vía en el callejón sin salida de la indeterminación espacio-temporal de la Mecánica Cuántica a la hora de explicar la posición de una partícula atómica (modelo al cual Einstein no profesó demasiada estima, a pesar de su éxito para explicar los fenómenos subatómicos): la dificultad para predecir la ubicación, en espacio y tiempo, de cualquier partícula atómica, dentro del modelo.

A diferencia de la Teoría Mecanicista de Newton, la Teoría Cuánticatiene tres características básicas:

"1.- El movimiento es generalmente discontinuo en el sentido de que la acción está constituida por cuantos indivisibles (que implican también que un electrón, por ejemplo, pueda pasar de un estado a otro sin pasar por todos los estados intermedios).

2.- Las entidades, como los electrones, pueden mostrar propiedades diferentes (por ejemplo, como partícula, como onda, o como algo intermedio), dependiendo del entorno en el que existan y desde el que están sujetas a observación.

3.- Dos entidades, como los electrones, que se combinan al principio para formar una molécula y que después se separan, muestran una peculiar relación no local que puede describirse como una conexión no causal de elementos que están separados (como se demuestra en el experimento de Einstein, Podolsky y Rosen)." (Bohm, 1980, 244).

Añade Bohm que estas leyes son, simplemente, estadísticas, y que no pueden predecir aisladamente los acontecimientos futuros individuales (¡como las mismas Ciencias Sociales!). Así, la mecánica clásica (y también la propia Teoría de la Relatividad de Einstein):

"... precisa de la causalidad estricta (o determinismo) y localidad. Por el contrario, la teoría cuántica precisa de discontinuidad, no causalidad y no localidad" (Bohm, 1980, 245).

En el intento de explicar esta nueva "realidad descubierta", Bohm postula una teoría en la que todo fenómeno tiene diversos niveles de expresión, de tal forma que la luz, por ejemplo, como es estudiada en óptica, responde a unas leyes que no son más que el Orden "Desplegado", en las tres dimensiones conocidas, correspondiente a otros Ordenes "Implícitos" o "Plegados".

Sin embargo, estos órdenes "plegados" son, en el modelo de Bohm, más reales que los "desplegados", de tal forma que la explicación última no puede encontrarse en el fenómeno "desplegado" mas que a un nivel operativo, de "andar por casa". Si forzamos la investigación, o refinamos los instrumentos hasta límites determinados, nos toparemos con que la observación debe plantearse en otro nivel y con otras unidades de análisis o variables que, quizá por el momento, no son objetivables y de las cuales poco sabemos.

Un examen superficial de lo hasta aquí expuesto nos haría concluir que todo parece ser relativamente habitual, sobre todo para cualquier investigador social. Donde empieza lo asombroso, y por tanto el conflicto, es que un avance a través de esos órdenes nos llevan a conceptos sugeridos por algunos físicos como "el pensamiento", "la conciencia" etc., en el sentido de órdenes plegados respecto a lo que la física clásica llamaba "materia". La materia sería pues, un estado particular de un "pensamiento-emoción-conciencia" que funciona dentro de un modelo más o menos mecánico, pero sujeto en última instancia al orden "implícito" con respecto a ella y que es mucho más sutil, complejo y creativo. Más, en suma, holista. He aquí una afirmación "extraña" para un físico:

"El electrón, si tenemos en cuenta que responde a un significado de su entorno, está observando el entorno: hace lo mismo que los seres humanos." (Bohm en Weber, 1990, 81).

De hecho, una de las explicaciones más atrevida dada por parte del colectivo (tesis debida al físico Eugene P. Wigner, premio Nobel de 1963), fue que el experimentador influía de forma inextricable en las observaciones en tanto que instrumento participante. ¿Cómo? ¡con su conciencia!: produciendo un "colapso" en la Función de Onda ("derrumbando" la función de onda), colapso que, teóricamente, el mecanismo cerebral es capaz de producir (Peat, 1987, 175).

Para el investigador en el campo material, dotado de una visión estereoscópica, esa materia puede estar sujeta a un orden en cuanto objeto "sólido" material, o a un "desorden o caos"

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