AMBIGÜEDADES EN LA VISIÓN ARISTOTÉLICA: LA MUJER

Sin duda, muchos clasifican a Aristóteles entre los tres mejores filósofos de todos los

tiempos, no solo por sus aportaciones en la Filosofía, sino también en la Ciencia, Política,

Metafísica, entre otros. Pero ¿cuán “servibles” son sus aportaciones para la Antropología?

Cuando hablamos de Antropología, nos referimos a seres humanos, tanto mujeres como

hombres, y es allí en donde el pensamiento de Aristóteles cae en un grave error, sublimando la

imagen del hombre, mientras replegaba a la mujer en todo nivel y autoridad masculina.

Convirtiéndose para este tiempo en el “influyente pensador sexista”.

Partiendo de la afirmación de Aristóteles, en su libro Política (Siglo IV a. C.): “El

macho es por naturaleza superior y la hembra inferior; uno gobierna y la otra es

gobernada; este principio de necesidad se extiende a toda la humanidad.” (Política, 1254b

13-15). Este enunciado posiciona a Aristóteles dentro del perfil misógino, según la RAE,

misoginia significa: “Aversión a las mujeres.” Y queda claro que Aristóteles cumple este

requisito. Generalizando un estereotipo hacia la mujer, afirmando en su libro Historia de

los animales (343 a. C): “(…) más descarada y más mentirosa, más engañosa, (…)” (608b. 1-

14); además añadiendo una limitación a necesidades básicas de un humano, al decir “(mujeres)

requieren una menor cantidad de alimentos.” (608b. 14). Estos ideales dejan en claro que el

nunca conoció a una mujer en “verdad”, afirmaciones obsoletas que reafirman la posición

sexista de Aristóteles.

“Dime con quien andas y te diré quien eres”. Pues sí, es muy real y si no lo creen,

pregunten a estos “nobles” personajes ¿Quién fue su inspiración para escribir sobre la naturaleza

de la mujer? Galeno de Pérgamo, considerado uno de los más completos investigadores de

la Edad Antigua, que baso sus ideas medicas acerca de la mujer en el pensamiento de

Aristóteles; Padres de la iglesia, influenciados por las opiniones de Aristóteles, se opusieron a

la práctica del ascetismo femenino independiente porque amenazaba con emancipar a las

mujeres de los hombres; Otto Weininger, en su libro Sexo y carácter, escrito en

1903, explicaba que todo el mundo se compone de una mezcla de sustancia femenina y

masculina, y que esa opinión se apoya en la ciencia, mencionando así a Aristóteles con su teoría

biológica.

En conclusión, Aristóteles a pesar de ser un gran filosofo no pudo dejar de lado los

estereotipos antagónicos hacia un ser tan preciado, como lo es una mujer, la cual pudo haber

dado hasta la vida por él. Lo que lo convierte en un actual sexista y misógino más, que pisotea

el nombre

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