Antigona Ensayo producido

Se introduce este pasaje en el contexto del descubrimiento de Antígona enterrando, por segunda vez, el cadáver de su hermano. Así se nos presenta un Creonte muy enfadado porque alguien haya osado a violar la instrucción que el le instruyó a toda la población. En este contexto es que Antígona no niega haber cometido el crimen, sino que se defiende cuestionando el razonamiento de Creonte. Para ella el haber enterrado a su hermano es un acto digno de todo humano sin importar las acciones que haya cometido en su vida. Esto obviamente es a los ojos de Creonte es un insulto siendo que él ordenó explícitamente que se evitara esta conducta. De esta manera, Antígona defiende haber desobedecido ya que estas reglas no eran las leyes divinas “no escritas e infalibles” sino que eran las leyes establecidas por un mortal, a quién ella no debía obedecer si las reglas de los dioses iban en contra de este razonamiento. El ideal, detrás de las acciones de la hija de Edipo, es que la instrucción de Creonte va en contra del pensamiento de los dioses por lo tanto el castigo mortal no es algo de temer si los dioses la juzgarán de una manera justa más tarde. La tensión establecida en este pasaje se resuelve más adelante donde se ve a un Creonte totalmente arrepentido de sus acciones, mas este arrepentimiento no es suficiente para librarlo de una absoluta desgracia. Se ejemplifica en la página 87 donde Creonte llora la muerte de su hijo y esposa: “Nueva calamidad contemplo, contemplo, oh desdichado. Que suerte todavía, ah ¿qué suerte me espera? En mis manos tenía el cadáver del hijo, ahora, desdichado, contemplo otro cadáver. Ay, madre desgraciada. Infeliz hijo mío.” Este es un momento crucial en la obra, donde quién osó poner sus leyes antes que las de los dioses ha sido castigado perdiendo a su familia. Sin embargo, para quien no se resuelve la tensión es Antígona. Esta perece en un profundo sufrimiento a manos de Creonte y cuestiona la justicia detrás; esto lo podemos apreciar en la página 66: “¿A quién podré invocar como aliado, si tacha de impiedad me gané por querer ser piadosa? Mas si frente a los dioses esto puede ser justo, al sufrir el castigo mi culpa admitiría. Si estos pecan en cambio, no podrán sufrir mal más grande que este que injustamente me hacen.” Con este fragmento del lamento de Antígona se destaca que, aun siendo piadosa, los dioses la dejaron sufrir a manos de Creonte.

Las prioridades que personifican los personajes de la obra son la fidelidad a la patria y a los dioses. La primera, predomina en Creonte quién niega el sepulto del hermano de Antígona por ser un traidor a la patria y no merecer piedad alguna incluso ya muerto. En cambio, Antígona personifica la lealtad a la autoridad divina negando las leyes de Creonte y dándole un entierro a su hermano; esto creía ella era la voluntad de los dioses.

Antígona declara: “Muy bien yo conocía mi destino mortal aún sin tus pregones” Esto se puede interpretar sabiendo que es la hija de Edipo y teniendo en cuenta esa historia. Se presenta una tragedia dentro de la familia en cuestión donde la esposa y madre de Edipo se suicida y él mismo se extirpa los ojos. Teniendo en cuenta que su hermano fallece habiendo traicionado a la patria y solo le queda su hermana es correcto asumir que su vida ha sido en mayor parte un ejemplo de tragedia griega. Por lo tanto, cuando Antígona dice que su destino mortal ya estaba definido sin tomar en cuenta el castigo de Creonte, se puede interpretar que ella está destinada a sufrir más tragedias hasta el día de su muerte como le ha pasado a cada integrante de su familia. El destino es en esta obra un rol predominante puesto que las raíces de la familia de Antígona ya estaban destinadas a la tragedia. Así se lo ve en “Edipo Rey” donde el oráculo lo define, y es así como termina esta obra para Antígona con su trágica muerte llena de sufrimiento. La libertad humana no existe dentro del contexto del destino ya que, establecido un camino para la vida de una persona, esta terminara siempre como el camino fue definido en un principio. Es por lo que el libre albedrío no existe cuando se cree que cada persona esta destinada a terminar de cierta manera. No pueden coexistir ambos términos en un mismo plano; para que haya libertad humana el destino no se puede tomar como una alternativa.

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