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Arquitectura; arte, ciencia y ruina


Enviado por   •  28 de Septiembre de 2022  •  Ensayo  •  1.544 Palabras (7 Páginas)  •  51 Visitas

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Rangel Romero Miguel de Jesús

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Arquitectura; arte, ciencia y ruina.

En el deber arquitectónico diario se pueden ver distintas formas de expresión y distintas formas en que las personas aprenden a correlacionarse dentro de entornos que nosotros mismos construimos, dentro también de todo este mundo de relaciones podemos ver también cómo es que la arquitectura se desarrolla en diferentes campos y bastantes amplios. Dentro del deber arquitectónico está el aprender todas estas ciencias que día a día vamos mejorando y con éstas mismas ciencias es que podemos mejorar nuestro proceso de mentalización e idealización a la hora de construir una obra como artistas que somos.

Un arquitecto debe aprender sobre una amplia variedad de temas, desde geografía, astronomía y matemáticas, hasta agricultura, fisionomía y termodinámica. Tomando en cuenta todo esto nunca acabaríamos de hablar sobre los temas que serían correctos para ser aprendidos por un arquitecto, ya que por más intentemos que le demos, no se puede alcanzar la perfección, porque no la hay, no existe.

Cuando se es arquitecto se aprende a expresar, a comunicarse a través de obras, como alguna pintura, algún monumento, alguna escultura o inclusive un edificio y dentro de ésta misma comunicación que se entabla con el habitante o el observador hay que tener en cuenta la basta cantidad de mentes y de horizontes que podemos encontrar y con las cuales debemos, como buenos arquitectos, desentrañar para saber de qué manera tu obra pueda llegar a todas las ideologías existentes. Son pocas las personas que han logrado este nivel de comunicación y es lo que un arquitecto sueña con hacer.

Teniendo en cuenta la belleza de la expresión y la forma en que entablamos comunicaciones es necesario también hablar sobre otro tema en común con todo esto: la voracidad del tiempo, la voracidad y velocidad de la ruina.

La ruina está presente en la arquitectura como su opuesto, es el vacío en la arquitectura, pero es la manera en que una obra alcanza su fin, no es malo, pero tampoco es bueno, simplemente es un proceso que ocurre, si no por el hombre, ocurre por el tiempo. Bien dice Alberti en el comienzo del último libro de su tratado:

“El tiempo todo lo vence; y pérdidas y demasiado vigorosas son las armas de la vejez; ni pueden los cuerpos hacer nada contra las leyes de la naturaleza que los lleva a envejecer [...]. Percibimos cuánto poder tiene el ardor del sol, la gélida sombra, las heladas, los vientos [...]. Añade a ello los daños provocados por los hombres.”

Podemos ver claramente la idea que Alberti quiere expresar; el tiempo es poderoso, curas heridas, cura corazones, pero también acaba con la vida, acaba con el hombre y acaba en la ruina. El tiempo puede ser un gran aliado, pero también un gran enemigo. La voracidad de la ruina es bastante grande, y combinada con el tiempo es imparable, la fuerza del sol, lo helado de la sombra, el choque de estos tiempos es un gran daño, luego el viento y la lluvia vienen para rematar, pero todo esto sin tomar en cuenta las consecuencias de las acciones del hombre, que, teniendo frente a sus narices las respuestas para una obra de arte, prefiere seguir modas sin sentido y cosas que son más burdas a la hora de hacer arquitectura. Muchos arquitectos se pierden en el camino del egocentrismo y prefieren sus ideas antes que las de su cliente, pero ¿es esto correcto?

Normalmente podría pensarse que el criterio propio de un arquitecto es suficiente para formar una obra con valor, pero realmente no lo es así, un arquitecto se hace valer por su criterio propio y también por la forma en que su entorno afecta éste mismo, pero ¿qué hacer cuando tu criterio es afectado por el entorno? Lo primero que hay que tomar en cuenta es que el entorno siempre afectará directa o indirectamente a nuestra obra entonces no sirve de mucho que simplemente lo dejemos de lado porque ahí seguirá, lo que sí se puede hacer es tomarlo como una herramienta más a la hora de llevar a cabo nuestro trabajo y de esta manera explotarla más como un apoyo que como una carga, de esta manera podemos basarnos ahora sí en un criterio propio en conjunto con el entorno en el que nos encontramos.

Es necesario saber también que la arquitectura es subjetiva, puedes tener un espacio libre sin columnas ni pilares y habrá personas a las cuales les parecerá increíble, pero habrá otras a las que no, si todos piensan igual la arquitectura no tendría como deber aprender tanto sobre distintas materias ni tantos temas de ellas mismas, simplemente podrían tener una guía con los gustos de cada uno, y eso resolvería el problema de la vivienda, si no existiera la gran variedad de horizontes que tenemos hoy en día, la arquitectura no existiría.

Es fácil de explicar, cuando no se tiene una distinción en los horizontes de cada individuo no se puede tener un criterio lo cual lleva a una disminución de la mejoría en la calidad de las construcciones y con ello viene una disminución en la calidad de vida de todas las personas. No existirían competencias que lograran despertar ese sentimiento de competencia entre humanos, por ver quien puede lograr la mejor vivienda.

Esto lo vemos ejemplificado relacionando la música con la arquitectura, a la hora de llevar a cabo una composición musical como una obra constructiva se debe tener en cuenta el contexto exterior, analizar el contexto ya sea rural, urbano, etc. De todos los elementos que se encuentran alrededor de la obra para saber de qué manera es mejor llevarla a cabo, cuando se elabora una composición musical es igual con el auditorio, la acústica del lugar y de qué manera ésta afecta la forma en que el usuario percibe esta pieza a la hora de ser interpretada.

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