Comparación Marx.

Comparación Marx y Platón:

Por otro lado es relevante llevar a cabo una comparación  entre los planteamientos de Marx, perteneciente a la filosofía del siglo XIX y Platón considerado el padre de la filosofía académica del siglo IV a.C.

En primer lugar ambos  tienen como objetivo principal lograr la justicia en la sociedad, sin embargo toman concepciones diferentes, Marx fue un filósofo materialista pues defendía que el mundo en que vivimos, el material, es el único que existe, y que de hecho es la capacidad de transformar la materia ya existente y producir nueva materia lo que conforma a los humanos como tales. Mientras que Platón fue un filósofo idealista dado que afirmaba que cada cosa posee una esencia objetiva (Idea) que se consigue a través de la educación. Las Ideas se encuentran en el Mundo Inteligible, en el cual se encuentran las cosas en sí mismas, siendo las del mundo sensible en que vivimos meras “sombras” de la realidad inteligible. La Idea más importante sería la Idea de Bien, que es el culmen y causa de todo, donde se encuentra el verdadero conocimiento. Asimismo la idea de justicia ocupaba uno de los escalafones principales en la jerarquía de las ideas. En política la justicia implicaba el ideal a seguir y todo el mundo debía colaborar en perfecta sintonía con el Estado. A diferencia de Marx, Platón contempla distintas clases sociales en función de las cualidades de cada uno y realiza una división del trabajo muy determinante. Es decir, en la ciudad surge la división del trabajo, donde cada persona hace algo que luego lo intercambia con otros; esto posibilita que cada uno se dedique a aquello a lo en lo que tiene más habilidades (p ej., es necesaria la existencia de vendedores para que artesanos y campesinos no deban ir al mercado a esperar por los clientes). 

Para Marx era la producción la que marcaba el paso de la estratificación social, de modo que la infraestructura condicionaba la idea de justicia y la ideología del pueblo. Por eso, según Marx, es necesario un cambio en la economía, en el sistema productivo, para poder efectuar una transformación en la sociedad y en su ideología. El materialismo marxiano se concentra en la afirmación de que la infraestructura Económica condiciona dialécticamente la superestructura (las formas políticas, las formas jurídicas y las formas de conciencia), según el ritmo en tres fases de la dialéctica: tesis, antítesis, síntesis.

Por otro lado, Platón entiende que el hombre es en sí alma, es decir considera el alma como aquello que permite a los seres vivos realizar actividades vitales, y, en el caso del alma humana, como el principio divino e inmortal que nos faculta para el conocimiento y la vida buena. Mientras que Marx entiende que el hombre es en sí trabajo, aunque éste puede alienar al hombre por culpa de la propiedad privada de los medios de producción, que está en manos de la clase dominante creando una sociedad de clases. En este aspecto, Platón propone una sociedad de clases delimitadas por la sabiduría de cada estamento. Además, concede la propiedad a la clase dominada, lo cual Marx podría entenderlo como una forma de contentarlos para que no se revelen y la clase dominante conserve sus privilegios. De alguna manera podríamos ver que Platón limita el acceso de los campesinos y productores a la propiedad privada porque teme, tanto que el pueblo alcance un nivel de propiedad que le anime a revelarse contra el sistema, al modo de la burguesía de la Revolución Industrial, como que el pueblo carezca de la mínima propiedad y por tanto pueda tomar conciencia de clase y revelarse contra el sistema opresor.

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