Consecuencias del confuso entendimiento de persona, una realidad que nos enfrenta y nos condiciona
Enviado por amayaoa • 6 de Noviembre de 2015 • Ensayo • 2.065 Palabras (9 Páginas) • 214 Visitas
2015 | |
UNIVERSIDAD DE CHILE Francisca Del Solar Rosselot 18.020.900-K Profesor: Roberto Bruna H. |
[Ensayo: “Consecuencias del confuso entendimiento de persona, una realidad que nos enfrenta y nos condiciona”] |
“Democracia, Libertad e Individuo: Tres Problemas Para el Pensamiento Político” |
Día a día utilizamos las palabras individuo, ser humano, persona, hombre y sujeto como si significara exactamente lo mismo. En lo personal así lo entendía y enfrentaba la vida bajo ese prisma, sin embargo éste fue cambiando y evolucionando con mi participación muchas veces pasiva durante el desarrollo del curso “Democracia, Libertad e Individuo: tres problemas para el pensamiento político”. Este ramo me ha hecho reflexionar y cuestionarme el concepto que tenemos en la actualidad de nosotros mismos. En el presente ensayo intentaré mostrar y reflexionar al mismo tiempo sobre cómo han ido cambiando los conceptos de individuo y persona a lo largo de la historia. En particular profundizaré sobre las consecuencias que traen los cambios en la definición de este último, específicamente cómo su vigente concepción afecta la aplicación y el desarrollo de los Derechos Humanos.
Iniciando el recorrido con el concepto de Individuo, desde sus orígenes hasta la actualidad éste ha ido variando, tomado diversas definiciones. Primeramente, vemos que la palabra proviene del término latino individuus[1], es decir, algo indivisible. Lo anterior, hace referencia a que el individuo es uno y único. Por su parte Aristóteles, uno de los más importantes filósofos de la antigüedad griega, lo define como “unión de materia y forma”. Siglos después, en la Edad Media, Tomás de Aquino retoma la concepción aristotélica, que afirmaba que la individualización dependía de la materia pero además introduce elementos particulares relacionado a los sentimientos de cada individuo. Por otra parte, la corriente colectivista define a individuo como una fracción de orden social, la cual puede ser reemplazada y sustituida con facilidad. En contraposición a lo indicado anteriormente, la corriente individualista, menciona la importancia y el valor de cada persona y sus prioridades y necesidades básicas e individuales. Por último, la corriente humanista busca un punto de equilibrio entre las individualidades y el interés común de la sociedad. En base a lo anterior podemos concluir que, bajo la perspectiva del ser humano, individuo es alguien que existe concreta e indivisamente en el grupo humano que llamamos “sociedad”[2].
Por su parte, el concepto de persona también ha trascendido a lo largo de la historia, sus orígenes pueden verse en la antigua Grecia, donde los actores utilizaban máscaras con las cuales hablaban a través de un orificio, llegando a nosotros por la cultura latina con el nombre de persona. Su etimología es per sonare que significa “sonar a través de”[3]. Dentro de los significados que tomo a lo largo de la historia, destaca el que Aristóteles le atribuyó al concepto hombre como un “animal político”.
Luego el derecho romano llamaba persona al sujeto con derechos, en oposición al esclavo. Siendo el filósofo romano, Boecio quién formuló la primera definición formal de persona: “Persona es la sustancia individual de la naturaleza racional”. Por su parte, Tomás de Aquino afirmó: "La persona es lo más noble y lo más perfecto en toda la naturaleza”[4]. Este término pasó con el tiempo a designar de manera genérica al sujeto jurídico.
En la actualidad la RAE[5] define estos conceptos de manera amplia y general, siendo definiciones bastante similares a las mencionadas con anterioridad.
Luego de identificar algunos de los significados que han tomado estos dos conceptos desde sus orígenes etimológicos hasta la actualidad, podemos concluir que el ser humano tiene dos dimensiones: individuo como un ente de la sociedad a la que pertenece y persona en una relación integrada con sus pares dentro de la sociedad. En consecuencia, el ser humano puede ser considerado individuo y también persona, sin embargo una persona es siempre un individuo, pero un individuo no necesariamente es persona.
Basado en lo anteriormente expuesto y tomando en cuenta que el concepto de individuo forma parte de lo que denominamos persona, consideraremos a éste último para realizar un análisis más profundo sobre cómo su concepción actual impide la implementación correcta y adecuada de los Derechos Humanos.
Como punto de partida, es importante mencionar que una persona es un sujeto que posee obligaciones y derechos en la sociedad a la que pertenece. Ambos elementos son reconocidos por el estado, por ende, para que existan las personas, debe existir primeramente el estado y luego que éste las reconozca como tal.
Antiguamente, por ejemplo en Roma, solo la gente libre tenía derechos y eran considerados seres humanos, excluyendo a los niños, mujeres y esclavos. Por su parte en Grecia, la historia no era muy distinta, ya que solo aquellos que participaban en la Polis eran considerados seres humanos y por ende podían acceder a sus derechos.
Como vemos, desde su origen el dispositivo de persona funciona mediante el establecimiento de censuras entre diversas formas de vida o clases de individuos (ejemplo: ciudadano y esclavo) y también al interior de un individuo (parte racional y parte animal, alma y cuerpo). Con ello, el concepto de ser humano o persona, ha sesgado y limitado la aplicación de los derechos individuales y colectivos. En la actualidad esto no es muy distinto, ya que muchos filósofos sostienen el fracaso de los Derechos Humanos, promulgados en 1948, luego de uno de los periodos más crudo y sangriento de la historia, liderado por el nazismo.
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