DISCURSO DEL MÉTODO (El Discurso del método para dirigir bien la razón y buscar la verdad en las ciencias)

DISCURSO DEL MÉTODO

(El Discurso del método para dirigir bien la razón y buscar la verdad en las ciencias)

Esta obra del filósofo francés René Descartes, Se publicó de forma anónima en Leiden (Holanda) en el año 1637. En aquella primera edición constituía, en realidad, el prólogo a tres ensayos: Dióptrica, Meteoros y Geometría; agrupados bajo el título de CONJUNTO DE ENSAYOS FILOSÓFICOS; de hecho, no se publicó de forma independiente de los tratados hasta el siglo XIX. El método es una obra preponderante de filosofía debido a que marca el final de la escolástica y el inicio de la filosofía moderna, ya que Descartes hace unas críticas a la esterilidad del método silogístico Aristotélico debido a los principios sólidos fundados bajo la autoridad de la iglesia.

Esta obra es considerada la revolución intelectual cartesiana, contiene la descripción del método para el descubrimiento de la verdad y la formulación más difundida del cogito ergo sum. El discurso se puede decir que es de tipo metódico y filosófico; pero no se limita a esto, ya que proporciona ejemplos concretos de la aplicación del método en  las ciencias. El método cartesiano es inspirado en las matemáticas, pues descartes buscaba la verdad en las ciencias y debido a esto pensó que sólo los matemáticos habían podido llegar a algunas demostraciones verdaderas.

El discurso del método consta de un prefacio y seis divisiones; de las cuales yo trabajaré en esta ocasión la parte 1, parte 2, parte  3 y parte 6. Las cuales respectivamente tratan de:

1 parte: diversas consideraciones sobre las ciencias

2 parte: principales reglas del método

3 parte: reglas que no son de libre escogencia y son referentes a la moral

6 parte: razones que le determinan a escribir o razones para Descartes avanzar más de lo que él ha conseguido en la investigación de la naturaleza.

1 parte: podemos analizar a Descartes ocupándose de la ciencia de su época planteando un método por el cual a él le parece que será el medio por el cual va a poder ir aumentando gradualmente el conocimiento. Descartes no tiene la intención de enseñar a la demás gente a que siga el método que él plantea, sino simplemente quiere hacer constancia de la forma por la cual Descartes intenta dirigir la razón.

El autor nos pone de manifiesto que hay unas verdades absolutas, de las cuales tiende a partir, verdades que no tiene sentido hallar su finalidad y que considera que están por encima de la inteligencia humana, por lo cual podemos ir deduciendo que Descartes piensa que no existe él solamente sino que hay un ser más poderoso que él y es del cual depende para acceder a este conocimiento.

De este modo Descartes nos expone su complacencia por las matemáticas a causa de la CERTIDUMBRE  Y LA EVIDENCIA pues esto se va a asemejar a las ideas claras y distintas que posteriormente el autor nos irá a proponer.

Podemos ver también en esta primera parte como Descartes constata la decepción que le causaron, en general, sus estudios en el colegio de los jesuitas, a excepción de las enseñanzas matemáticas que gracias al rigor de su método, presentaban absoluta certeza. Por lo tanto para Descartes, ninguna de las materias que se estudiaban en su tiempo se interesaba en la búsqueda de la verdad, excepto la señalada, pues mostraban no haber llegado a su objetivo.

Esta es la idea que tiene Descartes  para así evitar las especulaciones sin sentido y los razonamientos sin fundamento; en lugar de ello, nos dice Descartes, es preciso encauzar la razón por los deseados caminos del rigor y del buen hacer metodológicos que caracterizan a las matemáticas, disciplina a la que el propio Descartes realizó aportaciones decisivas para su evolución académica.

2 parte: En la segunda parte Descartes nos da su opinión de que él quiere proponer algo propio sin hacer uso de otras teorías o conocimientos exteriores a él, debido a que piensa que no existe perfección alguna en obras desarrolladas por diversos autores, diversas piezas o maestros a diferencia de cuando trabaja una sola persona o un solo pensamiento en la obra misma, y esto es debido a que Descartes piensa que si trabajan varias personas, el propósito va a ser diferente, lo que va a alejar la obra de la perfección, mientras que si trabaja una sola persona, podemos ver que tendrá una sola idea y por lo tanto un solo propósito,

En otras palabras, lo que descartes desea es derrumbar los cimientos de su conocimiento, para no tener que remendar nada; sino que empezará a construir su edificio de conocimiento desde unas bases firmes, que no tengan lugar a averiencias ósea que no sean dudosos los cimientos sino que se puedan reconocer clara y distintamente.

Descartes piensa que de esta forma logrará dirigir mejor la vida que si se limitase a crear su pensamiento desde ideas inculcadas anteriormente sin hacerles un debido juicio para saber si son ideas verdaderas. Por lo tanto Descartes pretende desarrollar una metodología, un fundamento firme, unos cimientos indiscutibles para cualquier mente racional.

Para llevar esto a cabo, nos propone su método, será el Método de la duda, pero no será dudar por dudar como él referencia a los escépticos, sino que consiste en dudar con el fin de llegar a los cimientos verdaderos, de los cuales se pueda apoyar sin duda a que pueda ser derrumbado su edificación del pensamiento.

De este modo nos da a entender que la verdad no estaba dada sino que ahora debía ir a buscarla, debido a esto el filósofo creó un nuevo procedimiento, un ars inveniendi, un arte para el descubrimiento de la verdad. Este sería el método que Descartes nos propone y está basado en la fuerza de la razón, y esto debido a que Descartes creía en la AUTONOMÍA DE LA RAZÓN que sería la creencia en la capacidad de la facultad racional para legislarse a sí misma, sin apelar a una autoridad intelectual superior; es decir la razón tiene la facultad para poner sus propios límites con el fin de ser autónoma. De este modo la razón será el único Juez para determinar lo se se concebirá como verdadero, a diferencia del concepto de verdad que se tenía en el pensamiento medieval, que era la adecuación del pensamiento con el concepto teológico de la época. Se dice que la verdad pasa a ser inmanente interna al espíritu humano. ( en este nuevo caso será el espíritu y no el mundo quien imponga las leyes).

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