ENSAYO LAS CONFESIONES
Enviado por CABETOMEN • 22 de Mayo de 2018 • Ensayo • 2.133 Palabras (9 Páginas) • 325 Visitas
ENSAYO LAS CONFESIONES
(SAN AGUSTIN)
CARLOS ALBERTO MENDIVELSO DURAN
CÓDIGO: 20751614490
DR. WILSON TORRES
UNIVERSIDAD ANTONIO NARIÑO
FACULTAD DE DERECHO
ABRIL DE 2018
Las Confesiones
Introducción
Es importante conocer algunos datos de la vida de San Agustín antes de abordar en su obra “Las Confesiones”, con el objeto de conocer un poco su pensamiento. Nació en Tagaste en el año 354, una colonia romana en el norte de África, su itinerario personal está relacionado con su obra y su incesante búsqueda de la verdad. De madre cristiana y padre pagano, estudia en Tagaste y Cartago manteniendo durante su juventud una vida desordenada. A pesar de esto, recibe una intensa formación intelectual basada en los estudios de gramática, literatura clásica, retórica, filosofía, teología, etc. Posteriormente en Milán y como fruto de su contacto con San Ambrosio, arzobispo de esta ciudad, Agustín se convierte al cristianismo (386). En el año 388 volvió a África, siendo sucesivamente obispo auxiliar y titular de Hipona. Muere en el 430 mientras los vándalos sitiaban Hipona.
El Libro Las Confesiones, de San Agustín, se puede determinar y describir como una purificación de la memoria en él. San Agustín escribe este libro como una conversación directa con Dios en forma de confesión, relatando su vida que llevo desde su nacimiento hasta convertirse al cristianismo, como gran pensante se dedicó a la búsqueda de la verdad, cuál fue el inicio de la humanidad y quien era el Dios real.
Palabras Claves.
Conversión, Dios, Creyente, Confesiones, Cristianismo.
Resumen.
Las Confesiones, escrito por San Agustín, se puede dividir en dos partes: La primera, un relato honesto y detallado de toda su historia de vida antes de conocer de su conversión, de su caminar por la vida sin Cristo. La segunda, la historia de sus impresiones ya como un nuevo creyente, repleto de memorias durante toda su vida. San Agustín, durante toda su obra exalta y elogia la piedad y devoción de su madre. Narra algunos acontecimientos y experiencias que marcaron radicalmente su vida, entre ellos los que revelaron su corrupción, el temor a la muerte después de afrontar la muerte de un amigo, y otros que influyeron en su conversión y alabanza a Dios, enfrentando una lucha interna en su mente y corazón, pues no estaba dispuesto a abandonar sus pasiones. Pero en esa lucha Dios lo doblegó y San Agustín lo reconoció con la siguiente narración “salió toda mi miseria a la vista de mi corazón, se levantó una fuerte tempestad que trajo una caudalosa lluvia de lágrimas”. Sin embargo el acontecimiento que más lo marco y ayudo a su transformación fue el cántico de un niño que decía: “Toma y lee, toma y lee”, Agustín tomó estas palabras como una señal divina y cuando abrió su Biblia sus ojos dieron con un pasaje del Nuevo Testamento: “Andemos como de día, honestamente; no en glotonerías y borracheras, no en lujurias y lascivias, no en contiendas y envidia, sino vestíos del Señor Jesucristo, y no proveáis para los deseos de la carne”.
La última parte del libro se enfoca en su nueva vida como creyente, dejando en claro que su conversión y crecimiento espiritual solo fueron posibles a través de la gracia divina.
Desarrollo Teórico
Libro 1.
Confiesa San Agustín los vicios y pecados de su infancia y da gracias a Dios por los beneficios que recibió de su mano en una y otra edad.
San Agustín empieza su libro alabando a dios reflexionando sobre la creación del hombre, adorando a dios por todo lo creado. Admira la bondad de dios y agradece por el perdón de sus pecados cometidos en el comienzo de su vida, confiesa sus vicios y pecados y lleva a cabo una autocrítica por todos los errores cometidos, y se muestra consiente de todas las cosas que hizo mal.
Explicando el porqué de su mala actuación y comprendiendo desde su actual punto de vista ya maduro y consciente de la bondad de dios. San Agustín hijo de padre pagano y madre cristiana, su padre quien se preocupaba más por sus estudios que por sus creencias, su madre a todo momento le recomendaba se convirtiere en cristiano, pero él le importaba más la vida que llevaba de pecador, mujeriego, y hasta ladrón.
Cuando con sus amigos en horas de la noche roban un peral, es uno de los momentos que le ayudo a comprender la naturaleza de su maldad, de una manera reveladora tras un riguroso autoexamen acerca de las motivaciones que lo llevaron a robar y de las oscuras motivaciones que lo acompañaron, en esa contemplación le confiesa a dios: “” y lo hicimos solo por gusto, por el disgusto causado, señor del que tuviste compasión cuando me encontraba en el fondo de un pozo sin fondo. Deja que mi corazón te cuente lo que buscaba ahí: ser malvado porque si, sin tentación para obrar el mal, solo por la fechoría en sí”.
San Agustín se horroriza por la bajeza de su perverso corazón, menciona a su madre Mónica, a quien llena de elogios por su gran amor que ella le tiene y que se lo encomienda a dios diario en sus obligaciones, llora amargamente al verlo cómo lleva su vida. Reconoce el carácter piadoso y las oraciones de su madre de esta manera: “Mi madre cuyo corazón era puro en tu fe y quien buscaba vehementemente a Dios por mi salvación…”luego recuerda con nostalgia que: “Ella empapaba el suelo cada día con sus lágrimas por mí”.
Confiesa como en Cartago se enreda en los lazos del amor impuro, que leyendo allí el Hortensio de cicerón, se éxito al amor de la sabiduría, y como después cayó en el error de los maniqueos, refiere el sueño que tuvo su santa madre y la esperanza
san Agustín estudioso de varia carreras obteniendo varios títulos entre el que más se destaca por gustarle más la retórica, en busca de la verdad de la creación, de quien la realizo, le inquietaba el problema del mal, es decir; ¿de dónde venía? Y poco a poco se dio cuenta que la demostración que tanto le habían prometido no llegaba. Obteniendo muchas dudas. Se convierte a la doctrina de los maniquetistas, en especial por que existía un obispo de esta doctrina al cual le recomendaban que él tendría todas las respuestas a sus dudas, un hombre llamado fausto, cuando lo conoce y tiene la oportunidad le pregunta, pero san Agustín se da cuenta que no tiene las respuestas y que más aun no se avergüenza en aceptarlo. Este desistió de intentar resolver las dificultades que le proponía San Agustín, reconociendo su ignorancia sobre estos temas. Y así fue como puso fin a su fe maniquea.
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