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El Constructivismo Aristotélico: ¿Una Utopía?


Enviado por   •  8 de Enero de 2019  •  Documentos de Investigación  •  4.977 Palabras (20 Páginas)  •  171 Visitas

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CONSTRUCTIVISMO ARISTOTELICO: ¿UNA UTOPIA?

Dino César Mureddu Torres

Titular del Seminario de Tesis de la Carrera de

Ciencia Política, Facultad de Derecho y Ciencias Sociales

Universidad Autónoma del  Estado de Morelos

Profesor/Investigador  Titular "C"

de la UAM-Xochimilco (Jubilado)

RESUMEN

Desde que participé en la concepción y diseño de Planes de Estudio en Educación Superior, en la década de los años 70's del siglo pasado, constaté la ausencia de referencias al proceso cognitivo aristotélico. Tal parece que para realizar los procesos de aprendizaje, insertos en los planes de estudio, concebidos en un marco epistemológico constructivista, no fuese requerido su apoyo o, peor aún, como si la aproximación aristotélica al conocimiento no fuese requerida para tal empresa.   La presente reflexión aborda la cuestión medular que subyace a tales evidencias empíricamente reseñadas: ¿Basta la distinción entre intelecto agente e intelecto posible o paciente para tratar de utilizar de nuevo la aproximación  cognitiva aristotélica en los modernos procesos de aprendizaje e indagación científica? ¿De qué parte de  la doctrina aristotélica de la abstracción y la concepción de Aristóteles sobre la intelección pueden surgir las principales dificultades, para aplicar tales elementos al proceso constructivo del  conocimiento, defendido por muchas de las principales aproximaciones epistemológicas contemporáneas aplicadas a la educación escolarizada en cualquiera de sus niveles hoy?¿Cuáles son y de dónde proceden las principales aporías planteadas al aristotelismo desde las posiciones constructivistas?

A mi juicio la reflexión filosófica, que siga al Estagirita hoy en lo relativo a la cognición humana, debe tener en cuenta este amplio espectro de dificultades.  

INTRODUCCIÓN

        Una de las dificultades más grandes que enfrenta en la actualidad la indagación epistemológica, se refiere al valor que estamos dando ahora a ciertos elementos cognitivos, que se caracterizan por su condición efímera o provisoria, sea en la vida cotidiana que en la indagación científica. En el pensamiento clásico y medieval, en éste por influjo de aquél, se tendió a favorecer la búsqueda de la "quidditas"[1] de las cosas, (o quididad en su versión castellanizada), como objeto propio de la ciencia, aquella ciencia que verdaderamente valía la pena llevar a cabo, la Ciencia de las primeras causas. El resultado de este tipo de indagación puso al intelecto humano en una ruta de muy difícil tránsito, aquella cuyo producto debía expresar lo invariante, o como lo dijo Umberto Eco (1975, 36):

 Recuerda la de aquellos que, considerando sólo digna una ciencia si operaba sobre         realidades incorruptibles (como las esferas celestes o las quidditates), tildaban de inferior la investigación dirigida a todo cuanto esté sujeto a corrupción. De tal forma el saber no quedaba valorado en razón de la dignidad del método, sino de la dignidad del objeto  

   

El reto se fue viendo cada vez más distante de alcanzar. La modernidad introdujo muchas nuevas dimensiones en el vivir de la humanidad. Las ciencias modernas iniciaron su despegue, justamente, cuando comenzaron a parar mientes en aquello que era despreciado, en las condiciones cambiantes, de las cuales anteriormente solo se podría obtener una opinión, no un conocimiento científico. Sin embargo, en un primer momento no fue así. Los científicos del siglo XVII, a partir de los logros obtenidos y con el nuevo revestimiento de la ciencia con su capacidad predictiva y su expresión matemática remontaron el vuelo.

La reforma educativa que impulsa el gobierno mexicano a través de su Secretaría de Educación Pública abarca los diversos niveles que componen la educación básica en nuestro país, desde el pre-escolar hasta la preparatoria. Sin embargo, por distintos motivos y caminos lo que pareciera afectar únicamente a los maestros del SENTE o de la CENTE, ahora tan en boga durante todo este año por plantones y protestas diversas, ha venido a afectar e influir y ha puesto en boca de todos aquellos que, de una u otra manera, nos dedicamos a la educación en cualquiera de sus expresiones, cuestiones que parecían estar totalmente alejadas, como son: la construcción cognitiva y el aprendizaje por competencias, las cuales pasaron a ser del dominio del público dedicado a los procesos educativos en todo el país.

Es por esa fortuita circunstancia, ligada a cuestiones que van más allá de nuestras fronteras como el Proyecto Tuning Europa[2], y su réplica en el Proyecto Tuning América Latina[3], por lo que algunas de las inquietudes intelectuales que surgieron en los lejanos años de la década de los años 70's, del siglo pasado, volvieron a ocupar mi reflexión y ahora se traducen en esta aportación que pongo a consideración de Ustedes, en este evento. Pareciera ser que la necesidad ajena puede ser ocasión de incentivar la reflexión propia.

Normalmente las inquietudes intelectuales se traducen en preguntas. En eso sigue vigente el pensamiento aristotélico y el método aporético instaurado por los Diálogos de Platón, pero sistematizado magistralmente por Aristóteles y aplicado en todos sus tratados.  A este respecto nos basta recordar la forma en que introduce el problema que supone la ciencia primera, con relación a lo que opinaron sus antecesores, en el tratado de la Metafísica, III, 995ª-1003a, en García Yebra (1970).

El hecho de iniciar la exposición poniendo las dificultades permite, a mi modo de ver, captar mejor lo que se trata de dilucidar y el alcance de lo que se intenta proponer. Enumeraré, primero las dificultades: ¿A qué puede deberse que en el contexto de las profundas reformas curriculares impulsadas desde Tuning no ha estado presente el modo aristotélico de comprender la intelección humana? ¿Cuáles de los elementos de la teoría del conocimiento aristotélica han propiciado que esta forma de exposición del proceso cognitivo haya estado ausente de las principales reformas educativas en todos los niveles del Sistema Educativo Nacional, sobre todo en el nivel superior? ¿Se podría llegar a postular la posibilidad de un constructivismo inspirado o basado en la teoría aristotélica del conocimiento?

Considerando estas preguntas, bien en forma directa o como telón de fondo transcurrirá mi reflexión en torno a estas cuestiones. Por tanto, en principio, contará con las siguientes partes: En un primer momento, se analizará brevemente la teoría del conocimiento aristotélico, basada en la abstracción y en la analogía; en un segundo momento, se expondrán las posibles concepciones aristotélicas, apelando a sus propias palabras, que podrían estar en la base de cierto tipo de recelo que ha influido en que esta aproximación no haya gozado del favor de quienes han propuesto alguna modalidad novedosa de acercarse al proceso cognitivo, a partir de la aparición del constructivismo y, por último se intentará explorar una vía de acercamiento que pudiera dar pie para hablar de un constructivismo aristotélico. Dado lo restringido del presente escrito sólo se podrán apuntar algunos de los aspectos en contra y a favor de esta empresa. Para lo cual comenzaremos por lo que pudiera parecer la mayor dificultad, las exigencias que derivan de la generación del Espacio Europeo de Educación Superior.

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